Al contrataque

Transición: copiar y pegar

JORDI ÉVOLE

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En un momento en el que se necesita máxima unidad, empiezo a estar harto de tanta pelea interna: cuando no esJosep Antoni Duran Lleida contra Convergència, esCarme Chacón contraPere Navarro, o el Tribunal Constitucional contra el Parlament. Y, pese a todo,Artur Mas dice que Catalunya va a seguir su camino. Entonces vaOriol Junqueras y se cae por la escalera. No, si al final nos acabaremos haciendo daño, ya verás.

En todos los sitios cuecen habas. También en Madrid.Alfredo Pérez Rubalcaba anda mosqueado con la sombra deEduardo Madina,Mariano Rajoy con la deEsperanza Aguirre y hasta tenemos desencuentros entre los miembros de la familiaWert: el ministro tiene un hermano que es profesor de Historia del Arte y protesta contra los recortes en Educación. Parece que la única familia política que se lleva bien es la que formanJuan Cotino y su hermano, el que le coge los recados.

Y una cosa que no entiendo: que no haya ni un solo 'fan' de España en el Consell Assessor per a la Transició Nacional de Catalunya. Me sorprende porque es de cajón que estas señoras y señores podrían sacar ideas estupendas de su 'país vecino'. No en vano, en ese país se hizo una transición que salió estupendamente. Y si esa salió de perlas, ¿por qué no copiarla para garantizar el éxito? Una transición que se sacó autonomías de la manga, o instituciones cuestionadas por todos --como el Senado-- pero que ni Dios las toca. Un éxito en toda regla.

Por eso, propongo que Catalunya haga un 'copy/paste' de la transición española. Lo primero que hay que hacer es elegir un Rey, figura básica para sacar adelante una transición. Y, dado que la familia real española tiene experiencia, podríamos proponérselo a uno de sus miembros que ya viva en Barcelona. Por ejemplo, Cristina, Reina de Catalunya. Su conocimiento del país está fuera de toda duda: trabaja en La Caixa, y su marido jugó en el Barça.

Un golpe de Estado clásico

Ya tenemos Reina. Ahora, necesitamos un presidente del Gobierno guapo, comoAdolfo Suárez.No hay problema:Artur Mas está acostumbrado a que le llamen "guapu!" por la calle, gracias al humor polaco.

Y ya con Reina catalana y con presidente guapo, para acabar de consolidar la transición nada mejor que un buen golpe de Estado. Pero no de los que se llevan ahora, de esos que dan los mercados y fuerzan a los gobiernos democráticos a tomar decisiones que ningún ciudadano ha votado.

No, no, uno de esos no, sino un golpe de Estado de los clásicos, de los de teniente coronel entrando en el Congreso. En este caso, tendrá que ser el fefe de los Antidistubios de los Mossos d'Esquadra entrando en el Parlament a grito pelado: "'Asseieu-vos-hi, cony!'".

Y esos 'pronoms febles' fortalecerán una transición que un día acabará retratando TV-3 en un idílico documental deDolors Genovès, laVictoria Prego de la transición catalana. Y ese documental se podrá conseguir comprando un periódico como este. Y todos contentos. O casi todos.