Contrapunto

Los subempleos persisten pese a la anunciada salida de la crisis

La devaluación salarial que ha permitido recuperar los beneficios se basa también en muchos empleos parciales no deseados

Cola de parados en una oficina de empleo de Barcelona.

Cola de parados en una oficina de empleo de Barcelona. / periodico

Salvador Sabrià

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Mariano Rajoy vive en un país ideal basado en las grandes cifras económicas como las que le permiten alardear de que el 2017 se cerró con un déficit público por debajo del objetivo exigido por las autoridades europeas. Puede que sea cierto, y no solo un artificio contable, y que la economía crezca casi un 3%, pero cuando se baja al detalle, a la vida cotidiana de la mayoría de la población, esta bonanza todavía no se nota, al contrario. Se ha podido ver estas últimas semanas en las calles con las manifestaciones de protesta de los jubilados, indignados por una misérrima subida del 0,25% de su pensión, mientras el Gobierno no para de anunciar que somos uno de los países que crece más de Europa. Pues que aprendan del motor económico de la Unión Europea, Alemania, que acaba de anunciar aumentos anuales de las pensiones públicas de más del 3%.  Si la bonanza económica vale como argumento para preparar bajadas de impuestos en un año preelectoral, también debería servir para actualizar las prestaciones de jubilación, tal y como exige de forma muy clara la Constitución española.

Rajoy no se cansa de explicar también que las pensiones se podrán subir cuando haya más empleo y asevera que esto será posible solo si se mantiene su política económica y laboral. El problema emerge cuando se analiza la calidad de esta ocupación ¿De qué sirve crear muchos empleos si, pongamos el caso, dos de los nuevos acaban cotizando igual que uno de los viejos? Cuando se habla de la relación entre afiliados a la Seguridad Social y el número de pensionistas muchas veces se obvia el pequeño detalle de lo que deberían cobrar los primeros para poder cotizar lo suficiente para garantizar el mantenimiento de unas pensiones dignas. 

En este sentido, esta pasada semana el Banco Central Europeo (BCE) hizo público un informe en el que advierte de que durante la crisis se ha incrementado de forma preocupante el subempleo en Europa. Se entiende por subempleo el que realizan aquellos trabajadores a tiempo parcial que lo hacen en contra de su voluntad, ya que ellos quisieran trabajar más horas. Según el BCE actualmente este subempleo representa casi el 22% del empleo total europeo y además ha supuesto un cuarta parte del empleo neto creado durante la recuperación. El banco central destaca especialmente el caso de España como el país en el que no solo ha crecido más este tipo de subempleo durante la crisis, sino que se mantiene en la fase de recuperación, mientras en la mayoría del resto de Europa está descendiendo. El informe destaca como una de las causas posibles del liderazgo español en este capítulo del infraempleo a los cambios legales que han favorecido a la contratación a tiempo parcial y que se han visto reflejados en las estadísticas de empleo. La devaluación salarial que está en la base de la recuperación de los beneficios empresariales se expresa también en este aumento del subempleo.