Un sinvivir

¿Qué recortará hoy el Gobierno de CiU? Desde hace unos días, el ciudadano se levanta cada mañana preguntándose qué trocito de su bienestar verá mutilado. Un hospital menos por aquí, una estación de metro por allá, la calefacción en los institutos, las ayudas a los dependientes…

Estamos mal y hay que hacer recortes. Hasta aquí, todos podemos comprenderlo. De hecho, los ciudadanos somos los primeros que hemos sufrido la crisis y hemos aplicado las tijeras a nuestra vida. ¿Pero es este el mejor modo en que un gobierno debe de abordar un tema tan doloroso? ¿Tenemos que enfrentarnos cada día a una nueva amputación? Losconsellersparecen lanzados a una particular carrera por el recorte, creando una psicosis colectiva del desastre y abonando el terreno para que todo sea aceptado como inevitable.

La austeridad que quiere imponer el Govern sería más fácil de digerir si los ciudadanos pudiéramos contemplar un mapa global de los recortes y ver claras las prioridades. Así, por ejemplo, podríamos juzgar si la decisión de congelar la digitalización de las aulas -una medida que fue aprobada por CiU desde la oposición y cuyo recorte nunca fue anunciado en la campaña- es aceptable en un país con un índice de fracaso escolar y de paro juvenil que lo sitúa a la cola de Europa. El presente es negro. Por ello, el Govern debería trabajar para que el futuro deje de serlo.