IDEAS

Ricos, pero miserables

RAMÓN DE ESPAÑA

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Bofetadas debe de haber ya en el gremio de interioristas para decorarles la celda aDolceyGabbana,a los que les ha caído una pena de 20 meses de cárcel por una evasión fiscal de casi 1.000 millones. Bueno, lo más probable es que no lleguen a pisar el trullo, pero me gusta imaginarlos seleccionando unas cretonas con las que humanizar el chabolo: con los clientes ricachones que acumulan, tampoco es cuestión de recibirles entre rejas de cualquier manera, ¿no?

Llueve sobre mojado. No hace mucho eraLeo Messiel que aparecía en la prensa como presunto defraudador: menos mal que descubrimos gracias al eurodiputadoRamon Tremosa,¡esa lumbrera convergente!, que todo era una vil maniobra de la pérfida hacienda española para jorobarle la vida a un independentista catalán nacido en Rosario, Argentina (ya se sabe que los independentistas nacen donde les da la gana: fijémonos en López TenaoMatthew Tree). Hasta el momento,Messi era un ídolo -para la mayoría- o un buen chaval, algo tarugo, eso sí, que no sabía enlazar tres frases -para los resentidos como yo-, pero a partir de entonces se convirtió en un sujeto avaricioso e insolidario para todo el mundo (menos el señorTremosa).

De la misma manera, yo hasta ahora consideraba aDolceyGabbanados tipos de un gusto dudoso que se habían hecho ricos vistiendo a las esposas y amantes de los mafiosos rusos, a esos homosexuales que disfrutan yendo apretados y aMadonna,pero esos 1.000 millones evadidos me los convierten en unos miserables incapaces de hacer nada por esa sociedad que tan tolerante y generosa ha sido con ellos.

Ni la moda ni el fútbol me interesan gran cosa, pero sé reconocer a un sujeto egoísta y mezquino cuando lo veo. Tampoco exijo que se envíe a prisión de inmediato aDolceyGabbana,pero sí se les podría obligar a hacer algo: sin ir más lejos, los uniformes de presidiario de las cárceles norteamericanas hace tiempo que piden a gritos un nuevo diseño. Apretado, por supuesto.