Reír y votar

JOSEP MARIA POU

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pobres políticos en campaña electoral. Peor que los cómicos en época de ferias. Carretera y manta. Falta de sueño. Afonías. Y aún los cómicos hacemos una función al día (dos, algunos días; los menos). Pero los políticos salen a tres y cuatro diarias. Vestuario, peluquería, maquillaje, reconstrucción de urgencia y listos para volver a dar la cara. Repasar el discurso, no olvidar el briefing, dar titulares, insultar al contrario. Dientes. Fundamental, lo de los dientes. Para morder y para sonreír. A titular por mordisco. A portada por sonrisa. Selfies. Agujetas en los carrillos.Y besos. Ancianas, mocitas, niños. Algún patoso, también. Besos.Tantos besos, tantos votos. O así.

Discursos a lo papagayo

También nosotros, contribuyentes, cargamos con lo nuestro: aguantarles, lo primero. Caras y promesas repetidas hasta el fastidio. Frases hechas. Discursos a lo papagayo, sin el menor convencimiento. Algunos. Otros tan incendiarios, que se hace  prudente ir al mitn con la manguera dispuesta para enchufársela a la cara al primer fogonazo, no sea que prenda y salgamos más quemados de lo que ya estamos. Por no tomar precauciones. Por acercarnos demasiado. Hay que mantenerles a distancia. Confianzas, las mínimas. Hasta el día de la boda. O sea, hasta el día del voto.

Las campañas electorales, en este país, suelen ser largas y aburridas. Lo peor que le puede pasar a un espectáculo. Por eso me fijo en Inglaterra, que ha pasado por lo mismo hace solo una semana, y aplaudo la inventiva.

Una función ex profeso

Teatro y televisión, dos de sus Bellas Artes, se confabularon para echarle unas risas a la política con una función escrita ex profeso. The Vote (El voto), de James Graham, se representó en el teatro Donmar Warehouse de Londres solo durante los 14 últimos días de campaña y se retransmitió en directo a todo el país por Channel Four el mismo día de las elecciones, dos horas antes de cerrar los colegios electorales, haciendo coincidir la ficción de un colegio electoral imaginado al que acudían presurosos los votantes rezagados -dudas, debates, contratiempos, indecisiones a pie de urna- con la realidad del momento.

Un reparto de lujo: Judi Dench, Timothy West, Bill Paterson y hasta 40 famosos actores, más los que voluntariamente acudieron, en plena emisión, para cruzar el escenario como meros figurantes.Una gozada.

Brindo la idea ante el calendario electoral que tenemos por delante.Reír y votar, no debería ser incompatible.