El epílogo

¿Quieren perder?

ALBERT SÁEZ

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Cuando faltan 46 días para las elecciones al Parlament, la sensación que transmiten los dirigentes del PSC sigue siendo de derrota sin paliativos. Se agradece que no intenten desacreditar las encuestas publicadas, pero sorprende la intensidad del fatalismo que transmiten. Abjuran del tripartito como el resto de los socios, pero no esgrimen ninguna alternativa que no sea pasar a la oposición. «Perder bien», llegan a señalar como principal objetivo de campaña. «Controlar a Mas si no pasa de 55 diputados», esgrimen como programa de máximos.

Los votantes, simpatizantes y militantes del PSC no se merecen esta actitud tan displicente. Tampoco le conviene al sistema democrático. Un partido político no es, como decíaGramsci,un instrumento de control de las masas. Un partido es, ante todo, la representación de un espacio social. Por esta razón se equivocaron quienes pronosticaron la disolución de CiU tras perder el Gobierno.Masha sabido representar un espacio similar al dePujoly ahora incluso lo amplía. Pero lo hace ocupando el inmenso espacio vacío que deja el PSC.

Elementos para reflexionar

No está claro siMontillaha querido lidiar solo este amargo baile o algunos han decidido abandonarle cuando pintan bastos. En uno u otro caso, la irresponsabilidad es mayúscula por cuanto levantar en las municipales un resultado bajo cero será poco menos que imposible. Y si algunos esperan ver pasar el cadáver deMontillapara tomar el poder en el partido -aunque sea alentados por Ferraz-, deberían recordar que la fuerza la perderán las siglas por cuanto eran las que la tenían.

Parte de la desazón socialista proviene de considerar que son víctimas de las siete plagas de Egipto y, por lo tanto, no hay nada que hacer contra las imprudencias de los socios, la hostilidad de los medios de comunicación, la incomprensión del PSOE, las puñaladas del PP, la demagogia de CiU. Quizá deberían pensar también en qué medida padecen los resultados de las opciones que tomaron y, por lo tanto, en que pueden y deben cambiarlas y explicarse.