Postales cibernéticas

Artículo 448. Un amigo mío está fascinado por las cosas que han se han ido y después han vuelto. El tema del tocadiscos o los auriculares gigantes le tienen muy feliz, parecía que habían desaparecido y se han vuelto poner de moda.

Ahora regresan los teléfonos que no se hacen nada, solo llamar. Mi amigo sostiene que un día de estos retornará el vídeo, las casetes y hasta las cámaras de foto de carrete...

Pero, para mí, lo interesante de él es que hace algo que lo hace único. Resulta que siempre que va de viaje... Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Tercer puesto. Ático sin ascensor. Se trata de una película pequeña, casi rezuma detalles y eso es lo que la hace inmensa. No habla de nada de lo que dice sino de todo lo que obvia.

Segundo lugar. Cuarteto Casals (Schubertíada de Vilabertran). Tienen un tono propio y una sensibilidad extraordinaria. Consiguieron que cada tema tuviera un color único.

Primera posición. Fear the walking dead. Me ha entusiasmado esta nueva óptica de los zombis y ya soy fan de Tobias, el chico que lo sabe todo y que desprende la esencia del sentido de esta serie.

Y volviendo a lo que hace mi amigo cuando va de viaje... Él siempre envía postales. Sé que no parece nada muy raro porque todavía hay mucha gente que compra una postal, un sello y la manda. Pero lo que hace él es comprar la postal, escribirla y después la fotografía por delante y por detrás y la manda por whatsapp. Cuando te lo encuentras, te la da en persona.

Cuando le pregunto por qué lo hace, él siempre responde con aquella cita de Albert Einstein: «El día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad, el mundo solo tendrá una generación de idiotas». Y por ello manda las postales así, porque es una mezcla perfecta entre tecnología y humanidad.

Pienso que ambas teorías son correctas, y también creo que un día se descubrirá que los cerebros son alérgicos e incompatibles con algunas tecnologías actuales…

¡Feliz domingo!