La 'posprofesionalidad'

Ha aparecido un nuevo movimiento cultural, la 'posprofesionalidad', con el cúmulo de heterodoxias de un presidente más pendiente del presidio que del presente, de un juez en barbecho y de una monja criolla-catalana

Risto Mejide, con sor Lucía Caram, en 'Chester in love'

Risto Mejide, con sor Lucía Caram, en 'Chester in love' / periodico

JOAN OLLÉ

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Primero fue la posmodernidad de los penúltimos pensadores franceses, luego la 'posverdad' de los mentirosos compulsivos, y, apenas hace unos días, apareció en escena, fulgurante y al galope, un nuevo movimiento cultural que dará que hablar tanto o más que sus mayores: la 'posprofesionalidad'. Ya nos pusieron en aviso, desde lejos, unos versos del zamorano León Felipe: «No sabiendo los oficios los haremos con respeto (...) decía el príncipe Hamlet, viendo cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo un sepulturero. Para enterrar a los muertos como debemos cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero». Y más recientemente nos los confirmó en su canción 'Boogie' el letrado milanés Paolo Conte: «'Era un mondo adulto: si sbagliava da professionisti'...». («Era un mundo adulto, se equivocaba de profesionales...»).

Y, obedeciendo al mandato poético, en apenas una semana hemos asistido al cúmulo de heterodoxias de un presidente más pendiente del presidio que del presente, de un juez en barbecho que celebra entusiásticamente la ilegalidad (vigente), y, para completar el trio, una monja no portuguesa pero sí criollo-catalana que va y apuesta a que el Espíritu Santo no tuvo nada que ver con el nacimiento de Jesús, el niño. Sí, sor Lucia Caram –según propia confesión enamorada del 'expresident Mas'– le confió a Risto Mejide en su 'Chester in love' que la virgen María no fue virgen –¡la posvirginidad!– y que, como mujer enamorada de un hombre, debió mantener  relaciones íntimas con su esposo carpintero... para luego añadir que el sexo –del todo ajeno a su celibato– es una bendición de Dios. ¿O María fue solo un vientre de alquiler?

APELLIDO DOBLEMENTE LIBERTINO

Naturalmente, el obispo de Vic, Romà Casanova i Casanova –un profesional como Dios manda y de apellido doblemente libertino al que debe rendir cuentas la congregación dominica de Manresa a la que pertenece Caram– la ha desautorizado. Y yo desautorizo al señor obispo por quedarse en la letra a pie de página sin atreverse a desafiar el poema. Vuela esta canción para tí, Lucía.

Aunque, en honor a la verdad, debo decir que viví un precedente de 'posprofesionalidad' mariana durante una entrevista radiofónica con el ilustre ginecólogo Josep Maria Dexeus, fallecido la pasada primavera, a quien malévolamente pregunté cómo interpretaba desde su doble condición de científico y creyente el alumbramiento del autodenominado hijo de Dios. El buen doctor, después de hablar de su corazón partido, respondió que, sin duda, la fe es mil veces más sabia que nuestra inteligencia. Y que todo: ciencia, poesía y sexo son obra del más allá. Incluso los bomberos pirómanos.