PRIMERO DE MES

¿Por qué te metes?

NAJAT EL HACHMI

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Venga, va, voy a hacer un texto fácil, sencillo, sobre algo banal y sin importancia. No sé, una observación sobre las pequeñas cosas de la vida o una reflexión más o menos ligera. Haré caso de lo que me decía mi madre cuando empecé a escribir sobre temas que a ella le parecían imposibles de captar y comprender desde nuestra perspectiva de mujeres, rifeñas e inmigrantes Me decía a menudo: ¿a ti qué más te da? ¿Por qué te metes? Ya saben cómo sufren las madres cuando las hijas empezamos a explorar caminos insólitos.

Que me defendía del racismo, que hablaba con los vecinos que se oponían a la apertura de una mezquita, que me indignaba con el hecho de que una niña de mi edad fuera obligada por los padres a dejar los estudios, que no entendía según qué servidumbres... Ella me decía que me ocupara de mis asuntos. Y no crean, mi madre no ha sido nunca indiferente ante las injusticias, pero cuando una madre sufre le es igual todo lo demás. Pues bien, cuando me canso de esta realidad informativa tan absurda que vivimos y me dejo llevar por el abatimiento, para consolarme de mi falta de poder sobre una realidad que me indigna, me digo la frase de mi madre: ¿y a ti qué más te da? Que vives en un lugar donde no hay margen para el debate ni las medias tintas y solo puedes ser independentista o unionista, ¿a ti qué? Que miles de personas destinen dinero y esfuerzo para encadenarse mutuamente por la libertad en la que ha sido seguramente la manifestación más alargada de la historia mientras buena parte de la población se esfuerza por sobrevivir. ¿Y qué? Que un presidente se reúna en secreto con quien le ha de dar permiso para hacer la consulta que dice que sí hará, o quizá no, o seguro que sí. Que nos entretengan cada día con este tema como si no hubiera nada más de lo que hablar mientras los corruptos salen por la puerta trasera. Que en pleno siglo XXI aquí haya niños que se emocionan ante un trozo de carne porque ya hace días que no han visto tal cosa y la 'consellera' de educación diga en una entrevista que el problema de los niños malnutridos es que en vez de llevar un desayuno de rebanada de pan llevan bollería industrial. Que haya miles de alumnos más en las aulas y los mismos profesores. Que se restrinjan las becas cuando más se necesitan. Que las cajas roben a los viejos. Que rebajen las pensiones diciendo que las suben. Que se paguen cien millones de euros por un jugador de fútbol y los investigadores que buscan soluciones a nuestros problemas de salud supliquen al Estado que les permita seguir con su tarea.

¿Por qué debería preocuparme tanta falsedad, tanta manipulación, tanta injusticia? Pues simplemente porque me preocupa la vida, la mía y la de los que me rodean, la de las personas que amo y la de los que no conozco. Porque me duele el sufrimiento de los demás y me mueve la compasión. Porque el silencio siempre es cómplice y decir algo acaba siendo la única arma de los que no tenemos otro poder. Porque si no hago nada por el presente, no me puedo permitir imaginar un futuro mejor. Por responsabilidad y porque ahora que me he hecho mayor y mi madre sabe a qué me dedico, es ella la que espera que me meta, que hable.