ANÁLISIS

El pequeño Emery en la corte de París

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Monica Marchante

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Siempre me ha parecido de entrenador pequeño eso de hablar del árbitro nada más acabar un partido, y más aún sin que nadie te haya preguntado. Me vino a la cabeza el miércoles escuchando a Emery en los micrófonos de BeIN. ¿Qué cuerpo se te queda después del 3-1?, preguntaba Rodrigo Fáez al entrenador del PSG.

Le bastaron 20 segundos a Unai para hablar de “acción dudosa del árbitro en el 1-1” y de que “los pequeños detalles de los árbitros hoy tampoco nos han ayudado”. No se quedó ahí: “cuando estaba el partido controlado y nosotros con la ambición de marcar un segundo gol (...) otra vez una decisión arbitral dudosa les ha abierto la posibilidad (...) las decisiones arbitrales, también una posible mano de Ramos...” ahí interrumpe el periodista - ¿la viste clara esa mano? “yo no la vi... desde el banquillo es muy difícil verla, pero me dicen en el vestuario, lógicamente para eso han incrementado el número de árbitros y la posible llegada del VAR...” .

Pitar un penalti

Tres alusiones a la actuación arbitral en apenas minuto y 20 segundos de entrevista. Y ahora viene lo más grave: “si pitas el primer penalti en una acción dudosa, y eres capaz de ver penalti, pues considero que la segunda también... no sé si llegas o no a verla, pero desde luego es tu trabajo y si es, tienes que pitarlo.”

El remate a una entrevista de tres preguntas, ninguna de ellas sobre el árbitro, siguió el carril “no es cuestión de justificarse con los árbitros pero hemos hecho un gran partido, siguiendo esta línea podemos remontar allí, pero necesitamos que las decisiones arbitrales no caigan del lado contrario porque ahí perdemos fuerza.” Espeluznante.

Resulta que el que lo hizo fatal fue el árbitro italiano Rocchi. Nada explicó Emery sobre su decisión de sentar a Cavani dando entrada a Meunier con el 1-1 en el marcador. Ni de elegir a Lo Celso para el centro. Eso también es su trabajo, y más aún que el acierto del colegiado, necesita el PSG que sus decisiones, las de Emery, sean más brillantes el próximo 6 de marzo que las que tomó ayer.

Que si ve que Lo Celso está superado, debe buscar soluciones antes o que con un empate debe saber cómo ir a por el partido con la ambición que sí mostraron sus jugadores pero no él con su timorato cambio de Cavani. O dejando a Di María en el banquillo sin agotar los tres cambios.

Remontar en París

Resulta también que Emery cree que siguiendo esa línea pueden remontar en París (bueno para el Real Madrid que piense así ) pero “necesitan” que las decisiones arbitrales no caigan del otro lado. O sea, que le piten a favor, vaya. Que habiéndose gastado el sr Al Khelaifi más de 400 millones entre Neymar y Mbappé y teniendo una alineación titular que supera los 600 millones de euros, va a depender del señor de negro lo de poder pasar a cuartos.

¿Qué pensará la UEFA de estas declaraciones?

Sorprendió a más de uno que el jeque catarí dejase al técnico irundarra conducir semejante bólido, especialmente tras el batacazo sufrido en el Camp Nou el año pasado. Esa noche apenas habló Emery de Aytekin. Semanas después, tras la protesta formal del PSG ante la UEFA, Unai dijo que el PSG necesita más respeto en Europa. Quizás pensó Unai que cuanto más talonario más respeto. Debería ocuparse más de su crédito... pero no el financiero.