Noé en días de sol

En la cuarta semana del pasado mayo se presentaron las series que programarán a partir de septiembre las cinco grandes cadenas en abierto de EEUU. Hubo un tiempo en que estos visionados que se celebran en Los Ángeles significaban la visita obligada para que los programadores de teles de todo el mundo conocieran de primera mano las tendencias que a partir de septiembre llenarían el 'prime time' de sus cadenas. Pero ahora las cosas han cambiado. Las series de EEUU son cosa de las plataformas de pago y de canales de segunda generación, mientras que en las cadenas líderes en abierto prácticamente no tienen espacio para ellas, salvo en horarios poco competitivos y han sido sustituidas por programas de entretenimiento y ficciones locales.

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Aún así, hay datos que merecen ser considerados, porque muestran el estado del sector en su conjunto. En 2013 y 2014 se presentaron 54 nuevas series dirigidas a alguna de las cinco grandes cadenas en abierto: ABC, NBC, CBS, FOX y CW. Fue un récord. Este año serán solo 39, tres menos que en el 2016; de ellas, 26 dramas (27 el año pasado) y 13 comedias. La ABC ha encargado 12, tres más que el curso anterior; la CBS, las mismas que el año pasado, 8; la Fox, cuatro menos que en el 2017, 7; La NBC, tres menos, 8, y CW una más, 4. En total, se han renovado 71 series de temporadas anteriores y se han cancelado 33. En resumen, menos novedades y seis series nuevas más que el total de las no renovadas.

El género de la ficción gana por tanto espacio en las parrillas, pero, si se repite el número de cancelaciones la temporada próxima, significaría que prácticamente habrían fracasado la totalidad de los estrenos de la actual.

En cuanto a lo cualitativo, parece que la continuidad va a ser la norma general. Las series veteranas funcionan y en la temporada actual ha habido éxitos, como 'This is us', el más relevante, que se han ganado la renovación. Así, las cadenas gratuitas, ante los cambios de consumo que se están produciendo debido al 'streaming', se muestran por lo general partidarias de mantener sus puntos fuertes antes de aventurarse con nuevas ideas.

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En cuanto a géneros, continúan los procedimentales: las comedias familiares, con preferencia de las rodadas con una sola cámara a las más tradicionales con multicámara. También se mantienen los superhéroes y la vuelta de éxitos del pasado convenientemente reciclados al servicio de la nostalgia y de un público cada vez más envejecido.

Son comportamientos clásicos propios de la televisión a lo largo de su ya larga historia. A ellos se une este curso una importante presencia de dramas militares imbuidos de fervor patriótico, quizás como elemento significativo de la era <b>Trump</b>. Casi todas las cadenas cuentan con una serie de ese tipo. Pero lo más significativo es la enorme importancia que las cadenas con mayor interés en el público joven o aquellas que han perdido más audiencia en los últimos años han dado al visionado no lineal en sus propuestas, mientras que aquellos que van bien repiten la fórmula de su éxito.

Deberían recordar que el mayor mérito de Noé consistió en construir el arca antes de que lloviera.