Música para la casa enigmática de Cortázar

Julio Cortázar ha vuelto al primer plano de la actualidad literaria, si es que alguna vez se fue, con motivo del 50º aniversario de la publicación de su obra más famosa, 'Rayuela'. El escritor argentino también está presente en el Festival de Aix en Provence, pero lo está con un cuento, con 'Casa tomada', su narración breve que más comentarios ha suscitado desde su publicación en 1946, recogida después en 'Bestiario' (1951). El joven compositor portugués Vasco Mendonça la ha convertida ahora en una ópera de cámara con el título 'The house taken over' que ha tenido su estreno mundial en el festival provenzal.

Calificado de cuento fantástico, la historia que narra Cortázar es más enigmática que fantástica. Dos hermanos viven prácticamente encerrados en una casa que ha sido de los padres y antes, de los abuelos, y antes, de los bisabuelos, y... Irene y quien narra la historia viven dedicados al cuidado de la mansión de una forma obsesiva, prisioneros de la pesada carga del pasado, hasta que unos ruidos no identificados convertidos en una fuerza misteriosa, los van arrinconando y se ven obligados a escapar de la casa que ha sido hasta entonces la razón de su existencia.

El escritor jugó con la ambigüedad permitiendo un sinfín de interpretaciones, desde las políticas (denuncia del peronismo) hasta las psicológicas de la más variada matriz. La adaptación a la escena es obra de la dramaturga inglesa Sam Holcroft y éste es el mejor acierto de la ópera. Mantiene la ambigüedad y la tensión original del cuento de Cortázar, pero introduce algunos cambios. Por razones vocales, Irene se convierte en Rosa y el hermano aquí tiene nombre, Héctor. La hermana, cuando no limpia obsesivamente con su hermano, hace calceta y la ópera acentúa su carácter de Penélope tejiendo y destejiendo a la espera quizá de una maternidad deseada pero que el encierro en la casa le niega. Al final, y a diferencia del cuento, es ella la que sabe que tienen que abandonar el refugio y quien empuja a su hermano a hacerlo.

Mendonça ha escrito una partitura que acentúa el carácter obsesivo con las repeticiones que acompañan los movimientos, siempre los mismos, de la rutina de los dos protagonistas. Con 13 músicos, los del Asko / Schönberg Ensemble dirigidos por Etienne Siebens, y pese a que todos interpretan varios instrumentos, se echa de menos más tensión y mayor diversidad. Que las dos voces sean un barítono (Oliver Dunn) y una meso (Kitty Whately) que se mueven además en la zona media de sus respectivas tesituras no añade la intensidad dramática que sería de desear. Dicho esto, hay momentos de gran poesía. Hacia el final, por ejemplo, cuando los protagonistas están cada vez está más cerca del mundo exterior, Mendonça utiliza dos melódicas con una sonoridad cercana al tango, o sea, a la vida real. 

La puesta en escena de Katie Mitchell y los decorados de Alex Eales contribuyen a crear la atmósfera enigmática del cuento. Las representaciones de 'The house taken over' tienen lugar al aire libre, en el Grand Saint-Jean, a las afueras de Aix.

Bernard Foccroulle, que dirige el festival desde el 2007, quiere que el certamen sea además de un lugar para las representaciones artísticas, un motor de creación. Para ello, encarga cada año una obra a un compositor. El pasado año, la ópera de encargo fue 'Written on skin', del británico George Benjamin, y fue el gran éxito de aquella edición. La ópera de Mendonça, que ha sido alumno de Benjamin, no cosechará aquel éxito, pero pese a lo dicho, merece ser tenida en cuenta.  'The house taken over' ha sido realizada en el marco del Taller de Ópera y Creación de la Academia europea de Música, una institución que es parte integrante del Festival y al que da mucha vida con los numerosos jóvenes que participan en ella.