La rueda

Marruecos es para el verano

NAJAT EL HACHMI

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No hay verano sin conflicto entre España y Marruecos. Como en las parejas mal avenidas, parece que en vacaciones se intensifican los problemas entre estos dos vecinos que ahora se pelean, ahora se quieren como buenos hermanos. Cuando no es un Perejil es undevolvednos Ceuta y Melilla. Pero este año el tema que toca es especialmente sensible.

Hace unas semanas el reyJuan Carlospasó unos días en Marruecos atendido con honores porMohamed VI.Como muestra de voluntad de acuerdo, y cumpliendo con el precepto marroquí de la hospitalidad, el monarca norteafricano hizo un regalo a su homólogo hispano: indultar a una treintena de presos españoles. Como esta manera de perdonar a los criminales se hace siguiendo una lógica medieval, teniendo en cuenta solo el buen humor del rey, no es costumbre que se explique ni que se justifique la elección de quienes han recibido la gracia. Pero ha resultado que entre ellos había un pederasta, y los súbditos alauís se han encendido en pleno mes de Ramadán.

En cualquier lugar este tipo de depravados provocan reacciones de enojo, asco e indignación, pero es que aquí se añaden elementos que explican las últimas manifestaciones. El primero es el hecho conocido de que Marruecos es uno de los principales destinos del turismo sexual, especialmente en las grandes ciudades, donde no faltan los que viajan en busca de relaciones con menores aprovechándose de la pobreza y desprotección que sufren. Si le añadimos la sensación generalizada entre los marroquís de que los extranjeros gozan de privilegios e impunidad, se entiende que la liberación del depravado provoque este estallido ciudadano. La buena noticia no es que finalmente se haya detenido al pederasta; la buena noticia sería que este caso concreto sirviera para tomar medidas específicas, contundentes y definitivas contra el abuso y la explotación sexuales en Marruecos.