Mariano, que viene el CIS

El CIS más anunciado de la historia se ha hecho por fin noticia y habita entre nosotros. Como el lobo del famoso cuento, no era para tanto y no dice tantas cosas que no se supieran ya. La gran mayoría está muy cabreada y no se fía de nadie. Aunque lo realmente sorprendente sería que dijera lo contrario. El Partido Popular volvería a ganar las elecciones, el PSOE aguantaría el segundo puesto y la gran mayoría de quienes no quieren votar ni a los populares ni a los socialistas buscarían refugio en Podemos.

El bipartidismo sería un muerto que aún seguiría sumando más de la mitad de los votos emitidos. Los grandes perdedores resultarían los mismos partidos que llevan una década aguardando el fin del bipartidismo: IU y UPD. Ambas formaciones aportan más de la mitad de los votos de Podemos. El resto procede de la abstención, de los nuevos votantes y dos de cada diez del PSOE. Otro gran damnificado sería ERC, que a pesar de la herencia mágica de Pujol se sitúa un punto por detrás de una recuperada CiU.

Podemos representa un rival temible para todos, pero no supone un problema para el PP. Menos del 6% de sus votantes se van a Podemos. La mayoría se le escapan a la abstención, a la duda o al voto en blanco. Lo que de verdad está hundiendo a Mariano Rajoy en las encuestas no es Pablo Iglesias ni la corrupción. Ambos hacen daño y atormentan, pero se antojan un dolor que Rajoy sabe cómo aguantar. Lo que está matando más suavemente al PP es que su estrategia principal no funciona, al menos de momento. El optimismo económico que publicita el Gobierno no vende. En julio había más optimistas que pesimistas sobre cómo estará la economía dentro de un año. En octubre, el pesimismo ha vuelto a ganar. La gente no compra el producto estrella de Rajoy. Por eso se le escapa la clientela.