'Machete' Cañete y la noche europea

Se acaban el tiempo y los tediosos bloques publicitarios en los telediarios. Llega el día de elegir qué Europa viene. En Inglaterra y Holanda ya han votado. Los mismos gobiernos que llevan años culpando a Europa de las políticas de sufrimiento masivo que ellos han escogido, se lamentan ahora hipócritamente del antieuropeísmo emergente. La prensa económica de referencia advierte del peligro de votar a una izquierda que no tiene plan de negocio. Angela Merkel  ya avisa de que, si no le complace el resultado electoral, los gobiernos elegirán al presidente de la Comisión, no el Parlamento.

En España andamos a lo nuestro, como siempre. Esas cosas de Europa son para los europeos. Nosotros somos españoles. Todos en el PP deben maldecir la hora cuando Mariano Rajoy escogió a Arias Cañete como candidato. Todos menos Rajoy, que estará encantado. Si el resultado es bueno pese al desastroso candidato, el mérito será suyo. Si el resultado sale malo, la culpa será de machete Cañete. Otra víctima silenciosa del marianismo.

En el PSOE parecen convencidos de que les ha tocado la lotería. No hay color entre pasarse la campaña explicando por qué no van a pactar una gran coalición con el Partido Popular o dándole estopa a la superioridad intelectual del machete Cañete. Pero la suerte dura poco y es voluble. Un mitin con Felipe González y Manuel Valls, el primer ministro francés de los recortes, tendrá glamur pero ayuda poco a la fortuna.

A UPD y a Izquierda Unida les han caído los años de golpe. La aparición con fuerza en las encuestas electorales de nuevas formaciones alternativas les ha sentado mal. Les ha llevado a reaccionar como los partidos de toda la vida: intentando ganarles en la Junta Electoral. No se vayan. Hay jaleo. La cosa promete.