Líderes sonámbulos en una UE en crisis

El presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, horas antes del inicio de la última cumbre europea del año 2016.

El presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, horas antes del inicio de la última cumbre europea del año 2016. / periodico

ELISEO OLIVERAS

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El historiador Christopher Clark calificó de "sonámbulos" a los líderes europeos que precipitaron ciegamente la primera guerra mundial en su libro sobre el inicio del conflicto. Un siglo más tarde, el mismo calificativo podría aplicarse a los dirigentes de la Unión Europea (UE), que siguen haciendo caso omiso de las reiteradas advertencias sobre el profundo malestar ciudadano y las crecientes muestras de rebelión que revelan elecciones y referéndums.

La cumbre europea de este jueves es un nuevo ejemplo de continuidad, como si la UE no atravesara una crisis existencial. La refundación europea para recuperar el apoyo ciudadano tras el voto británico de dejar la UE no se concreta.  Y los Veintisiete se centran en mantener una apariencia de unidad frente a Londres sobre el procedimiento de la negociación, mientras se deja para abril definir la estrategia de esa negociación.

Aliviados porque el ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ) no ganó las elecciones presidenciales en Austria el 4 de diciembre, los líderes europeos olvidan que casi el 47% de los austriacos votó a favor de la extrema derecha. Tranquilizados porque no hay elecciones anticipadas en Italia, que podría ganar el euroescéptico Movimiento 5 Estrellas, los líderes europeos soslayan que esas elecciones acabarán celebrándose en el 2017, una vez se haya corregido la ley electoral que hubiera dado posiblemente la mayoría gubernamental al Movimiento 5 Estrellas.

AVANCE ULTRA

La focalización en los avances que pueden lograr los ultras en las comicios de Holanda (marzo del 2017), Francia (abril-mayo del 2017) y Alemania (septiembre del 2017) hace olvidar los recortes democráticos que ya está efectuando los gobiernos autoritarios de Hungría y Polonia, con reformas constitucionales, quiebra de los equilibrios de poderes, restricción de la libertad de prensa y la limitación ahora en Polonia del derecho de manifestación y reunión.

Mientras la desigualdad empeora, la economía de la eurozona continúa frágil y crecerá el 1,5% en el 2017, menos que este año, según la Comisión Europea. Pero desde Bruselas se siguen exigiendo ajustes presupuestarios, Alemania rechaza el mínimo giro hacia una política más expansiva y el Plan Juncker de inversiones en infraestructuras no tiene el impacto prometido debido a su limitado volumen real de fondos públicos.

GRECIA, UNA BOMBA DE RELOJERÍA

Grecia sigue siendo una bomba de relojería, a la que puede sumarse Italia si no logra recapitalizar con rapidez los bancos UniCredit y Monte di Paschi. Además, por orden de Berlín y en contra de la opinión de Francia y la Comisión Europea, el Eurogrupo ha suspendido las tímidas medidas para aliviar la deuda pública helena después de que el Gobierno cometiera el sacrilegio de dar una ayuda puntual a los empobrecidos jubilados con pensiones bajas.

La decisión del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, sobre Grecia coincide con la revelación de que su país, Holanda, es el tercer paraíso fiscal mundial que ofrece las formas más extremas de evasión de impuestos a las empresas, según un informe de Oxfam. Luxemburgo, dirigido durante dos décadas por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ocupa el séptimo puesto del ranking de promotores de evasión fiscal. Irlanda y Chipre detentan los puestos sexto y décimo

La cumbre europea, una vez más, ha aplazado resolver el problema de los refugiados e inmigrantes que se acumulan en Grecia (más de 60.000) e Italia (más de 170.000 llegados este año), incumpliendo el acuerdo de redistribución del 2015. La UE prioriza ahora financiar a los países del norte de África para que impidan que los inmigrantes lleguen a Europa.

Las duras declaraciones de condena a Siria y Rusia en la cumbre intentan ocultar la debilidad diplomática de la UE y el haber despreciado en febrero del 2012 la propuesta de negociación rusa que transmitió el expresidente de Finlandia y premio Nobel de la Paz, Martti Ahthisaari, y que incluía el abandono del poder de Bashar al-Assad a medio plazo. Como Londres y París creían en la caída inminente del régimen de Damasco, la ignoraron, según Ahtisaari.

Cuatro años después y con 200.000 muertos adicionales, la UE ha carecido de influencia diplomática sobre Rusia e Irán para detener la guerra, dejando a EEUU la iniciativa de negociar con Moscú. La UE también ha carecido de influencia sobre Arabia Saudí, Qatar y Turquía, imprescindibles para promover una salida política a la guerra siria, ya los tres países armaron y financiaron desde el 2011 a las milicias yihadistas que secuestraron la rebelión democrática popular siria (Estado Islámico, la filial de Al-Qaeda Frente Al-Nursa y los extremistas de Ahrar al-Sham).