Leyes europeas que pueden facilitar pactos en España

El Gobierno de Pedro Sánchez está buscando acuerdos en materias sensibles que le permitan dar una imagen de Ejecutivo que actúa y no solo hace promesas. Para ello necesita, dada su escasa fuerza parlamentaria, trabar pactos con otras fuerzas parlamentarias, que a la vez son también sus competidores políticos. Esta doble vertiente dificulta que se pueda llegar más rápidamente a ententes en materias en las que, al menos sobre el papel o los programas, mantienen posiciones más cercanas. Esta semana ha ocurrido con dos temas sociales muy sensibles: las pensiones y los cambios en la ley hipotecaria.

    Una cuestión en la que parecía que al menos entre el PSOE yUnidos Podemos no habría casi discrepancias, la actualización de las pensiones de acuerdo con el IPC ha estado a punto de cargarse la mesa del Pacto de Toledo. Para evitar daños mayores, la reunión semanal en la que se daba por hecho que ya se cerrarían algunos flecos solo duró unos escasos 15 minutos.  Unidos Podemos exigía que la referencia al IPC real fuese el suelo mínimo de las subidas anuales de pensiones, y que, las otras condiciones sirvieran como máximo para incrementarlo , nunca para reducirlo. Ya sea para asegurar más apoyos, o por el temor a no poder ejecutar esta promesa , el PSOE pidió más tiempo. Pero el camino de alargar las negociaciones no puede ser eterno, y menos aún por parte de un Gobierno que tiene una base parlamentaria tan plural .

    Con la reforma de la ley hipotecaria ha pasado otro tanto. Mientras el Gobierno explica que harán modificaciones para endurecer los trámites de desahucio, Unidos Podemos ponía el grito en el cielo porque la dación en pago no recibirá el reconocimiento que esperaban. El tiempo juega a favor de los que quieren una ley hipotecaria que sea lo más respetuosa posible con los derechos de los consumidores y la legislaciñon europea. Cada día que pasa  caen nuevos pronunciamientos de autoridades judiciales europeas que dejan en evidencia que, pese a los cambios de los últimos años,  la legislación española y la intepretación que hacen de ella algunos magistrados, dista mucho de lo que defieden las directivasr. La cláusulas suelo abusivas han sido la mejor imagen de esta distorsión. El último varapalo lo ha dado el abojado general del Tribunal de Justicia de la UE que advertía de que si una cláusula de inicio de un deshaucio es abusiva porque permite iniciarlo a partir del impago de una sola cuota, el contrato seguirá siendo inválido aunque se promueva a partir de un mayor número de cuotas impagadas. Puestos a transformar la  sociedad, una vía sería la rápida trasposición de las directivas europeas. Y justificaría acuerdos efectivos entre  la nueva mayoría parlamentaria.

@SalvadorSabria