Desafío político y social

Las calles siempre serán nuestras

Catalunya ha demostrado como pueblo una enorme capacidad de respeto a la opinión del otro y a la pluralidad

Una multitud llena a Plaça Universitat.

Una multitud llena a Plaça Universitat. / periodico

AFRA BLANCO RODRÍGUEZ

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Vivimos tiempos y momentos complicados, la sangre hierve, el alma llora, pero permanezco firme en las calles de Barcelona junto a mis amigos y compañeros sindicalistas. Ellos y ellas, a los que conozco y a los que no, dedico estas líneas. Para rechazar solo una cosa, pues hoy solo hay una lucha, que nadie se engañe, la violencia vivida el 1-0.

Todos los posicionamientos frente al 1-O, alejados siempre de la apología de la violencia, son para mí lícitos. Enriquecen y hacen de esta arena una tierra única en muchos aspectos. A lo largo de los años Catalunya, la de todas y todos, ha demostrado como pueblo una enorme capacidad de respeto a la opinión del otro y a la pluralidad. Nuestra capacidad para acomodarlas ha sido más que ejemplar.

A mí, lector, me da igual si vas a ir o no a votar y en qué sentido, esto debe preocupar a otros. Lo que no me da igual ni a mí, ni al gallego, ni al andaluz, es la agresividad y la desproporcionalidad que sufrió parte del pueblo catalán el domingo. Nadie, con dos dedos de frente puede celebrar imágenes como las vistas, nadie puede brindar por esas actuaciones. De ninguna manera la violencia tiene cabida en una democracia 'moderna', pero además, ¿verdad que no sales a jugar al fútbol si no hay partido? Pues que alguien me explique estos sinsentidos, pues yo no lo entiendo. Y en caso de haber partido, a aquellos pocos que justifican las actuaciones tras las que se esconde el PP les digo que se podía haber informado pacíficamente en las escuelas y levantar el acta correspondiente, por ejemplo. Cuestión de formas. Cuestión de respeto a los derechos de quienes iban armados solo con una papeleta.

Un viaje compartido

Hoy, con el corazón todavía compungido, muchos nos damos la bienvenida en el mismo viaje. Hace demasiado tiempo que se atenta contra nuestros derechos y libertades (no necesitamos recordar la ley de seguridad ciudadana). Un trayecto que viene de lejos, difícil, costoso y que tiene como bandera la conquista de una clase y, como compañero de viaje, la solidaridad entre iguales. Y no solo se incorporan catalanes, todo hay que decirlo, sino de todo el Estado. Qué nadie les olvide, también han salido a la calle.

Finalmente, señores empresarios que hoy junto a la Generalitat ponen tantas facilidades y compromiso en la digna batalla. Estoy convencida de que sus ejemplares actuaciones en las últimas horas son fruto de una meditación sobre paros laborales y/o huelgas.

El ejercicio de los derechos

Celebro su resolución y sus futuras complicidades con los trabajadores  para garantizar también en el futuro el ejercicio de sus derechos. Bienvenida su ayuda en la batalla aunque no siempre esta será de su interés, ya sabemos todos ahora, ambos lados, que esto de los derechos solo tiene una vía: su ejercicio

Por cierto señores presidentes, sé que van estos días agobiados pero el desempleo sube (tenemos más de 400.000 parados en Catalunya) y la mitad de los pensionistas cobran menos de 700 euros..., por si se se les ha olvidado.