Al contrataque
El ficticio mundo de Twitter
En la 'mani' del sábado en Barcelona disfruté comprobando que tiene muy poco que ver lo que pasa en Twitter con lo que pasa en el mundo real
Jordi Évole
Periodista
También conocido como 'El Follonero', es un periodista, humorista, presentador y guionista de televisión que desde el 2008 presenta el programa 'Salvados', en la cadena de televisión la Sexta.
JORDI ÉVOLE
Viendo la que me estaba cayendo esta semana en redes sociales, hubo quien me llegó a recomendar que no fuese a la manifestación a favor de la acogida de refugiados que el sábado desbordó Barcelona. Por suerte, no les hice caso. Disfruté de la mani, disfruté de las calles repletas de una ciudadanía solidaria, y disfruté comprobando que tiene muy poco que ver lo que pasa en Twitter con lo que pasa en el mundo real. Porque en la mani solo recibí cariño, buen rollo, de gente muy diversa, que me saludó muy cordialmente, en catalán y en castellano, gente declaradamente independentista y gente que no. Nada que ver con esos micromundos cargados de odio que desgraciadamente hoy colonizan Twitter, como por ejemplo demostraron ayer mismo los que amenazaron de muerte a Oriol Junqueras.
MÁQUINA DE DESHACER INDEPENDENTISTAS
Hace años dije en un programa de La Sexta que según qué periódicos editados en Madrid y algunos de sus periodistas se habían convertido en máquinas de fabricar independentistas. Y ahí siguen: Eduardo Inda esta semana lo ha vuelto a hacer. Pero hoy creo que también se ha consolidado un sector ultra del independentismo que se puede convertir en una máquina de deshacer independentistas. Creo que ese sector no es muy numeroso, pero sí muy ruidoso, sobre todo en Twitter, y de ahí dan el salto a los medios con titulares como Agria polémica entre X y X. No representan a ese mundo que defienden con vehemencia y agresividad, pero creo que sería bueno que recibiesen una contestación interna mayor. Por eso quiero agradecer la actitud que han mantenido esta semana líderes como David Fernández, exdiputado de la CUP, o Jordi Cuixart, presidente de una de las asociaciones más importantes del movimiento independentista, Òmnium Cultural. Otros han optado por pedir disculpas de forma privada. Algo es algo. Pero, insisto, poco tienen que ver las refriegas entre políticos, periodistas, tertulianos o tuiteros con lo que se respira en la calle.
BURBUJAS ARTIFICIALES Y A VECES NOCIVAS
En paralelo a toda esta movida, estábamos grabando un Salvados sobre el enganche a los móviles. Y un psicólogo, viendo mi adicción, me recomendó que intentase salir de Twitter 15 días. Fui reacio a tener móvil, cuando casi todo el mundo ya lo tenía. Aguanté hasta finales de los 90. Y cuando llegó el smartphone, el aparato me desbordó. Llevaba instrucciones de uso técnicas, pero sin instrucciones de uso mentales. Cuando te compras un smartphone, en ninguna caja viene escrito «este aparato puede crear adicción». Y sí, la crea. No sé si hasta el extremo de convertirse en una enfermedad. Pero lo que sí consigue es desconectarnos del mundo real que nos rodea. En este Salvados aceptaré el reto de dejar Twitter momentáneamente. Igual le cojo el gustillo y no vuelvo. No lo creo, aunque igual sería una solución para descubrir que se vive mucho mejor fuera de burbujas artificiales y, a veces, nocivas.
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