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El enigma de 'Saló'

RAMÓN DE ESPAÑA

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Ahora que el Centre de Cultura Comtemporània de Barcelona (CCCB) rinde un justo homenaje aPier Paolo Pasolini,recuerdo una vez más la impresión que me causó su última película,Saló, en el verano de 1975. La vi en París, en un cine que se llamaba La Pagode y que no sé si todavía existe; puede que sí, ya que allí se ama al cine -o a lo que queda de él- y el alcalde,Bertrand Delanoé,se acaba de gastar un montón de dinero público en restaurar la mítica sala Louxor, mientrasXavier Trias se deja sobornar por Nike para enjaretarle a Colón la camiseta del Barça.

Yo tenía entonces 19 años, acababa de leer elTrópico de CáncerdeHenry Miller, creía en el amor y ansiaba una vida plena y cargada de estímulos.Salóme dejó literalmente destruido.

Nunca había visto algo semejante: ese monumento a la desesperación me encogió el alma y se me antojó lo más parecido a una nota de suicidio. Por eso, cuandoPasolinimurió asesinado al cabo de unos meses tuve la impresión de que era el primer hombre que conseguía quitarse de en medio por persona interpuesta.

Volví a verSalóya mayor y curado de espantos, pero volví a estremecerme como aquella tarde en París, cuando el cine importaba y parecía caminar hacia la excelencia. La orgía de maldad, indiferencia, sangre y mierda volvió a afectarme. Entendí algo mejor la oblicua relación quePasolini establecía entre el fascismo y el marqués deSade,pero no por ello desapareció el malestar durante el visionado.

Llegué definitivamente a la conclusión de queSalóera la película más desoladora de todos los tiempos. A día de hoy, sigo sin entender el estado mental de su autor a la hora de emprender semejante proyecto, sobre todo tras su célebreTrilogía de la vida(Decamerón, Los cuentos de CanterburyyLas mil y una noches).

Creo que después de rodar algo comoSaló, lo único que te queda por hacer es morirte. A manos de unos chaperos, de la extrema derecha, de un asesino del Vaticano o de quien sea.

Después de rodar algo comoSaló, ya solo puedes aspirar a la inmolación y al martirio.