Cuando el despido ni es una solución ni es legal

Una de las vías más utilizadas para recortar los gastos de una empresa y poder afrontar mejor una situación de crisis es la reducción de plantilla, tanto en el sector privado como en el público. La reforma laboral lo ha puesto más fácil que nunca como solución a corto plazo. Está por ver si acaba teniendo los efectos deseados a medio plazo para la propia empresa y para el Estado, que acabará cargando con un mayor número de parados, menos ingresos y más costes.

En algunas universidades públicas catalanas se están encontrando en este ejercicio que el aumento de costes vinculado al crecimiento vegetativo (pluses por antigüedad, méritos, entre otros) del cuerpo de profesorado fijo prácticamente se ha comido el ahorro que supuso no renovar a los interinos en el curso anterior. Esta última medida depende solo de la universidad y la anterior necesitaría un cambio legal de más envergadura. El resultado final ha sido un fuerte recorte de personal y pérdida de calidad.

Un segundo caso, más concreto pero muy ejemplar. El juzgado de lo social número 2 de Terrassa ha emitido una sentencia que considera improcedentes varios despidos de del Centre de Jardineria L'Heura.

Se trata de un centro especial de trabajo (emplea a personas discapacitadas y no tiene ánimo de lucro) que se acogió a la reforma laboral a las pocas semanas de su entrada en vigor para presentar un ERE que afectó a 20 trabajadores, la mitad de ellos discapacitados. Solo cinco recurrieron el despido y ahora el juez les ha dado la razón en una sentencia plagada de referencias a jurisprudencia del Tribunal Supremo.

Uno de los motivos para descartar las causas económicas del ERE es que la empresa demandada no agotó todas las opciones de aumentar ingresos (al contrario, evitó presentarse a muchos concursos de su ámbito de actuación) y solo contó como medida para asegurar su viabilidad la reducción de costes salariales.

Citando una sentencia del TSJ del País Vasco, señala que la forma de medir la justificación de las causas económicas «no es la mera mejora de la empresa, sino la contribución a la superación de dificultades que impidan su buen funcionamiento, equilibrando así el derecho al trabajo y la libertad de empresa y la defensa de la competencia».

Para el juez, los motivos de la improcedencia de los despidos del Centre de Jardineria L'Heura estaban muy claros. A pesar de ello, estas personas se han pasado un año sin su empleo y ahora la empresa deberá buscar otras medidas, que en su momento descartó, para asegurar la teórica viabilidad que esperaba obtener por la vía fácil y rápida de los despidos.