Coqui Malagrida: "Me gusta la moda como un arte, no para presumir"

Sobre un mueble auxiliar de la sala de visitas se apiñan fotos de la familia real y una banderita española. Apenas unos minutos de espera y llega ella, vestida con un traje de Christian Lacroix de hace diez años que aún le queda. «¿Pasamos al salón?».

-Uno de los primeros recuerdos de mi infancia fue ver a mi madre, en las carreras del hipódromo de San Sebastián, con un sencillo traje chaqueta de hilo de Balenciaga completado con un sombrero de paja de ala ancha de color naranja. Me quedé tan fascinada que quizá mi afición a la moda viene de ese momento.

-¿Todo el mundo puede llevar vestidos de alta costura?

-¿Por qué no? A mí me gustaría que la gente fuera muy bien vestida, no de alta costura, de lo que quiera, porque es un regalo para la vista. Eso sí, para la alta costura hay que tener un determinado estado de ánimo.

-¿Qué quiere decir?

-Hay que ir con un poco deallure, que es una palabra francesa intraducible. Pero no solo te sientes feliz cuando llevas un vestido bonito, también cuando vistes a los demás. El día que le puse a mi sobrina el traje de bautizo familiar, que data de mediados del siglo XIX, me emocioné.

-¿Y su vestido de lentejuelas y pedrería de Pedro Rodríguez que está en la exposición de alta costura del Palau Robert? ¿Cuándo lo estrenó?

-En el centenario del baile de los italianos, que se hacía en la platea del Liceu, y luego lo llevé en el Ball Pla de Olot y también en el baile previo a la boda de la princesa Elisalex de Lowenstein, que se casó en un castillo alemán con un chico de Barcelona, José María Trénor.

-Y luego dicen de Letizia por repetir traje una vez.

-Yo pienso que es elegante repetir. Como dice Christian Lacroix, un vestido de alta costura debe serune robe pour une vie, una prenda para toda la vida. Yo me he puesto vestidos de mi madre para ir a los bailes del Spanish Institute de Nueva York. Una vez me puse un traje de Pedro Rodríguez que tenía 40 años y otro año uno de Pertegaz que tenía unos 30.

-Se casó de christian lacroix.

-Estaba en París con una amiga unos meses antes de mi boda y pensaba encargar un traje en Pertegaz, pero no lo tenía claro. Y fuimos a mirar. Recorrí varias boutiques: Saint Laurent, Nina Ricci, Lanvin... Entonces le dije a mi amiga: «¿Y si vamos a Christian Lacroix?» Nos armamos de valor y entramos en la alta costura.

-¿Se armaron de valor? ¿Por qué?

-Si sospechan que vas a curiosear, no te reciben muy bien. Cuando entramos, salió una señorita un poco seca, pero yo vi el traje de mis sueños, uno con el que la princesa Thurn und Taxis había asistido a una gala de la ópera, y entonces la vendedora cambió de cara. Lo consulté con la almohada, a ver cómo lo pagaba, y al día siguiente lo encargué.

-¿Se puede saber cuánto costaba?

-No hablemos de dinero, hablemos de ilusiones. Un vestido de alta costura es un momento importante en la vida de una mujer, como una joya. La mujer tiene que adornar en el mundo.

-Eso ha sonado un poco antiguo.

-No es peyorativo, ¡nada de mujer objeto! Me gusta la mujer que participa en el mundo. Soypubillay estoy acostumbrada a llevar mis asuntos.

-Su familia viene de Girona, ¿no?

-Allí tenemos la casa solariega, que se remonta a la época medieval. Somos propietarios de campo y de casas urbanas en Barcelona. He sido periodista enTele/eXprésy en elDiario de Barcelona y he escrito dos libros de poesía, pero mi objetivo en la vida es conservar el patrimonio familiar.

-¿Y viniendo de Girona, nunca habla en catalán?

-Generalmente hablamos en castellano, pero cuando conviene hablamos en catalán. A Mercè Rodoreda, por ejemplo, la leo en catalán.

-No es época de grandes bailes. ¿Ya no saca los vestidos del armario?

-Sigue habiendo reuniones en el Círculo Ecuestre, el Círculo del Liceo y alguna fiesta particular. Sigue existiendo el deseo de ver cosas bellas y de ir a lugares donde encontrar gente educada y de tu estilo.

-Fue a la boda de los Reyes en Grecia. Tendrá una agenda llena de gente influyente.

-De la familia real, por respeto, no opino. He conocido a gente muy interesante, pero no me haga tan pija ni tan esnob, por favor. No lo soy nada. A mí me gusta la moda como un arte, me gusta ir bien vestida pero no presumir de ello.