CONTRAPUNTO

Con menos mayoría, más salario mínimo

El Gobierno del PP encuentra ahora lógicas medidas que había rechazado de plano

SALVADOR SABRIÀ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La buena imagen es básica en política. Y todavía más si el que gobierna no dispone de suficientes apoyos para decidir en solitario. Es lo que le sucede ahora al Ejecutivo de Mariano Rajoy, investido presidente sin disponer de una mayoría absoluta, y que no puede dar la sensación de poder sin límites que le caracterizó en la penúltima legislatura. Entonces, la buena imagen era la del amo que todo lo puede y nadie le frena y que además es el único guardián de la interpretación adecuada de las leyes. Ahora prima el diálogo, y, sobre todo, que parezca que se está aplicando antes de tomar cualquier decisión.

La última reunión del Consejo de Ministros ha sido el mejor ejemplo de este cambio. Empezando por una cuestión tan sensible como el Sida. Una de las medidas que se tomó el pasado viernes fue dejar al margen del cierre presupuestario las subvenciones a entidades que se dedican a ayudas a los afectados por esta enfermedad. El Gobierno se esperó a anunciarlo a la jornada siguiente del Día Mundial del sida, cuando podía haberlo hecho mucho antes.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Al margen","text":"\u00a0de la estrategia de imagen, la buena noticia es que ahora, con menos mayor\u00eda, hay m\u00e1s salario m\u00ednimo"}}

Aunque en la batalla por salir mejor en la foto ganó el salario mínimo interprofesional (SMI). De entrada, el PSOE lo añadió en un pacto más amplio con el PPPP, que incluía su voto a favor de los objetivos de déficit para las autonomías (en las que los socialistas gobiernan en algunas, mientras que Ciudadanos no tienen nada que negociar). Y, en esta ceremonia de apuntarse primero el tanto en la que se ha convertido la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, los socialistas salieron a la palestra el jueves por la mañana para anunciar que exigían una subida del SMI del 8%, cuando en realidad ya la tenían prácticamente pactada con el PP. Lo anunciaron unas horas antes de que se reuniese el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el que debate los temas autonómicos, y la mesa de los agentes sociales en la que sindicatos, Gobierno y patronales debían marcar sus posiciones sobre el salario mínimo. Allí anunció el Gobierno que propondría la subida del 8%, pero el protagonismo ya se lo había llevado el PSOE. Una jugada que irritó a los sindicatos y que el Ejecutivo enmendó al día siguiente al anunciar que a partir del año próximo el importe del SMI se decidirá a partir de un acuerdo entre los agentes sociales. 

Al margen de la estrategia de imagen, la buena noticia para la ciudadanía es que ahora, con menos mayoría hay más salario mínimo. El 8% tampoco es una cifra casual. Permite superar la última gran subida del SMI, que fue del 7,9%, y también la cantidad de 700 euros mensuales, siempre mucho más redonda que un guarismo tipo rebajas de 699.

En todo caso, también ha servido para constatar que lo que el PP consideraba imposible hace solo un año, y motivo de movilizaciones y protestas sindicales sin obtener respuesta, ahora resulta beneficioso para la economía, según los responsables del mismo partido.