Editoriales

El caso de Messi y la fiscalidad española

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La querella de la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona contra Leo Messi y su padre por presunto fraude fiscal es una iniciativa inesperada que, al margen del recorrido y el éxito que pueda alcanzar, tiene como telón de fondo la atípica y vulnerable legislación tributaria que se aplica a los deportistas de élite en España. Lo primero y más importante es recordar que ni Messi ni ninguna otra persona, por poderosa, importante o popular que sea, puede tener un trato de favor en la aplicación de las leyes, y mucho menos las fiscales en un momento dramático de las finanzas públicas como el que vive España. Al contrario: quienes, como el delantero del Barça, gozan de una privilegiada situación económica deben contribuir en mayor medida que el común de los ciudadanos.

La persecución de las enormes bolsas de fraude fiscal que existen en muchas actividades es un objetivo recurrente de los gobiernos españoles desde la reinstauración de la democracia. Como recurrente es que se emprendan acciones ejemplarizantes contra famosos por el incumplimiento de sus obligaciones fiscales. Pasó con Lola Flores, Pedro Ruiz, Arantxa Sánchez Vicario y Samuel Etoo, entre otros. Pero en el caso de los deportistas de élite, la elusión de la equidad fiscal fue favorecida durante muchos años por la propia Administración, que toleró que estos profesionales del espectáculo se acogieran a una rebaja tributaria (una cotización máxima del 24% del IRPF) pensada para atraer a científicos y artistas extranjeros. Fue esa anomalía la que permitió que llegasen a España muchoscracksdel fútbol. Y la extensión de los contratos de imagen como vía de pago de una parte de lo que los clubs pagan a los futbolistas pervirtió,optimizóy opacó más las remuneraciones.

Es precisamente la presunta ocultación de 10 millones de euros de ingresos por este concepto entre el 2007 y el 2009 lo que ha activado ahora la actuación contra Messi y su padre. La ingeniería financiera fue y es una práctica muy común en el gremio futbolístico, lo que hace necesario usar ahora el mismo rasero con todos para no dar pábulo a teorías de agravios comparativos. Sería lo último que le faltaría al fútbol en España para mistificarlo con elementos extradeportivos. Al fútbol, lo que es del fútbol. Y a Hacienda, lo que es de Hacienda, incluyendo lo que Messi le pueda adeudar.