Nueve goles, nueve, un desastre de partido

El "joder" que brotó de la garganta de Piqué al rescate con el 4-1 lo exclamaron todos los culés incluido Ernesto Valverde, siempre tan contenido y tan educado. No tiene que ser nada fácil asistir al destrozo que estaba sufriendo ante el Levante cuando solo faltaban dos encuentros para convertirse en el primer equipo imbatible toda una temporada en la historia de la Liga. El sueño increíble se esfumó con la tormenta levantina.

El 5-4 del marcador final (nueve goles, nueve), son el resumen de un partido de estrategia errática, la de este Barça tremendísimo campeón de Liga y Copa. Hagan oídos sordos cuando les hablen de la catástrofe de Roma o de la goleada del Ciutat de València. El récord queda en 36 partidos, 43 consecutivos porque la gesta azulgrana comenzó la pasada Liga con Luis Enrique y ha llegado a meta con Valverde. A ver quién lo supera. Quizá no le veamos nunca.

Último encuentro de la jornada 37, dos equipos bien distintos: el campeón tranquilo, sosegado, con casi todas las batallas ganadas, con, hasta anoche, 18 puntos por encima del Madrid. El rival, de juego acelerado como si fuera un ejército de guerreros del 'Fornite', a los que solo les faltaba celebrar la goleada bailando poseidos por el baile frenético 'swish, swish' de Kate Perry. El Levante versión 3.0 de aquel "salir y disfrutar" de Johan Cruyff, tuneado cinco lustros después de Wembley por Paco López, un hombre con cara de vendedor de seguros al que en Valencia llaman Superlópez, el entrenador que ha rescatado al equipo del descenso con unos números sorprendentes (ocho victorias en diez partidos, dignos de liderar el campeonato).

La ausencia de 'dios'

En el descanso un chistoso soltó "ahora sale Messi", pero 'dios' no estaba. Debió agotarse el mate en casa del 'crack' argentino viendo al llamativo espectáculo que brindaban sus compañeros¿Hubiera cambiado algo sin su ausencia? Pudo sostenerse que sí. Sobre todo al ver cómo Ter Stegen parecía necesitar su patinete electrónico en aquellos diez minutos en los que sus compañeros permitieron que le metiesen tres. ¡Ay, Yerry Mina! Dicen que lo quiere el Liverpool. El colombiano necesita una cesión a otro equipo como Vermaelen mejor suerte con las lesiones musculares. Yerry,de Barcelona, se llevará dos titulazos y muchas fotos. Quizá vuelva más adelante para seguir haciéndose instagrams con las estrellas.

El fútbol siempre da sorpresas, aunque creyamos que ya lo hemos visto todo. Sorpresas y lecciones: acostumbrados, porque es más fácil, a mirar a los triunfadores, el eco se multiplica en el Camp Nou, en el Bernabéu, olvidamos a los pobres, que son el resto. Esta inusitada noche de mayo advierte de que también hay que atender a los que pierden. ¿Por qué no? Por qué no abrazar a Amaia y Alfred tras su"mierda" en Eurovisión, y en equivalente futbolístico al Depor, al Elche, a Osasuna.

Qué fácil es ser del Barça. Incluso en noches como esta del 5-4 en campo del Levante.