El cuerno del cruasán

Ya te aprobará o suspenderá la vida

JORDI PUNTÍI

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Tuve un profesor en la universidad que el primer día de clase nos dijo: «Desde ahora mismo tienen el curso aprobado. Sepan que yo no les examinaré. Vienen aquí a aprender. Ya les aprobará o suspenderá la vida». Entonces dejó vagar la mirada por el aula y todos los alumnos notamos un escalofrío de responsabilidad. Estos días, leyendo sobre lo del currículo falseado deJoana Ortega,he recordado ese discurso que parecía salido deEl club de los poetas muertos…

El lío tiene su cosa. Se ve que la hoja de méritos de la vicepresidenta del Govern yconsellera de Governació decía que era «licenciada en Psicología», pero ahora se ha sabido que no es verdad: le faltaban dos asignaturas de nada para terminar la carrera. El desliz se ha corregido con un eufemismo y una cortina de humo. El eufemismo es que ahora en el currículo de Ortega pone «formada en Psicología». Además, en una nota en su blog ha pedido disculpas por este «error involuntario». «En micurriculum vitae», cuenta, «se transcribió, erróneamente, que yo era licenciada en Psicología». La fórmula impersonal «se transcribió» --como si el culpable fuera el Espíritu Santo-- bebe de la tradición literaria de ese «se han cometido errores» que popularizóGeorge Bush.

La cortina de humo la encendióJosep Antoni Duran Lleida,quien considera que el error es una nadería y los informativos de TV-3 la han exagerado maliciosamente. Como mi viejo profesor, el líder de Unió se apuntó a la escuela de la vida y dijo en una entrevista: «A Ortega no la hemos elegido por ser psicóloga. No está entre los mejores por su currículo académico, sino por una trayectoria política».

En momentos así pienso que la política catalana es un parque temático, una realidad paralela con sus propias normas. Una especie de Port Aventura donde las mentiras quedan impunes y, si acaso, los errores se ventilan con un «tú ya me entiendes». Por eso no pasa nada siDuran Lleida hace el papel de facundo y acusa a «un notario» de corrupción, tú ya me entiendes. Y tampoco si luegoAlfons López-Tenase da por aludido e, interpretando el papel de fanfarrón, acusa al «secretario general de un partido político», tú ya me entiendes, de premiar «con cargos públicos a sus amantes y examantes», tú ya me entiendes, y de financiar su «vida sexual variada e intensa». No pasa nada porque nadie irá más al fondo. Todo es un teatro, donde la vida no suspende a nadie porque está más maquillada que los actores delPolònia,que ya es decir.