Anna Gabriel

Le han caído tantos palos en los últimos días que no solo ha despertado mi simpatía sino que creo que Anna Gabriel ha abierto un debate interesante. En una entrevista en Catalunya Ràdio, la diputada de la CUP dijo, como sabrán, que si pudiera formar parte de un grupo que decide tener hijos en común, le satisfaría la idea. No va a promulgar una ley que obligue a nadie a hacerlo y jurídicamente la coparentalidad múltiple aún no está aceptada. O sea que todos tranquilos.

Hay un dicho africano que dice que para educar a los niños no solo hacen falta los padres sino toda la tribu. Y todos los que tenemos una cierta edad y hemos disfrutado de la complicidad de vecinos y tenderos del barrio, sabemos que los afectos que como niños nos llegaban de personas que no eran estrictamente de la familia. Dicho esto, también hay que reconocer que estos afectos eran incomparables al de los padres.

No sé cómo ha sido la infancia de Gabriel, pero ella argumentaba que el modelo de familia nuclear enriquece poco y hace a la gente conservadora.Tendríamos que recordarle que en las últimas elecciones en Catalunya, las del 20-D, ganó En Comú Podem, por lo que tal vez ese argumento flaquea en algún punto.

De todos modos, si observamos la crisis que arrastran las parejas heterosexuales en la crianza de los niños, tal vez podríamos intentar mejorar un poco las cosas. O por lo menos hablar de lo que no funciona del todo, porque también ha habido quien le ha querido cerrar la boca a Gabriel y ha puesto el grito en el cielo sobre la posibilidad que la 'cupaire' fuera madre a su manera. Pues mira por donde, pero en esa indignación de algunas puede empezar la razón de Gabriel. Gente indignada sufriendo por hijos que no son los suyos…

¿ESTAMOS PREPARADOS?

Tengo la impresión de que en muchos temas los de la CUP no viven en el presente, pero tal vez nos anticipan un futuro galáctico. De todos modos, si nos centramos en ahora y en nosotros, ¿cuántos tenemos hijos por egoísmo y cuántos por generosidad? ¿Cuántos nos ocupamos y preocupamos debidamente de ellos y cuántos los tenemos como una parte más de nuestros 'hobbys'? ¿Cuántas parejas se han reforzado al ser padres y cuántas se han roto? Negar que hay problemas no ayudará a mejorar.

No me fascina la propuesta de Gabriel en su literalidad y me gusta que los niños tengan referentes claros, pero para serlo hay un trabajo sacrificado que hacer. Y no todo el mundo está concienciado. Como decía mi amigo Flavià, te piden un examen para conducir un coche, pero no un cochecito Jané. La frase que nos llega de generación en generación es que los niños te cambian la vida. Pero muchos no saben si es para bien o para mal. Ni si están preparados. La comuna tal vez trastoque a un niño, pero una pareja estresada e inmadura tal vez también lo haga.