ÓPERA

Un 'ballo' con Piotr Beczala y vestido por Lacroix

El estelar tenor polaco encabeza el reparto del melodrama de Verdi que inaugura la temporada del Liceu

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César López Rosell

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Han pasado 17 años desde la última representación en el <strong>Liceu</strong> de 'Un ballo in maschera' ('Un baile de máscaras'), intenso melodrama operístico del Giuseppe Verdi más maduro con montaje de Calixto Bieito. La pletórica teatralidad de la obra, con diputados de la transición española reunidos en los lavabos de las Cortes y la escenificación de crudos pasajes como el de una violación, sacudieron a parte del público que abucheó la polémica propuesta. Estas reacciones no volverán producirse en su regreso, a partir de mañana, de la pieza con la sobria versión de Vincent Boussard.

La producción, que inaugura oficialmente la temporada, cuenta con el suntuoso vestuario de <strong>Christian Lacroix</strong>, circunstancia que Boussard aprovecha para realzar el ambiente oscuro, elegante y de misterio de la trama. Renato Palumbo dirigirá a la orquesta y coro de la casa y a un reparto encabezado por el estelar Piotr Beczala. El tenor polaco, que triunfó el pasado enero con Werther hasta el punto de tener que bisar la deslumbrante aria 'Pourquoi me réveiller?', encarna a Riccardo, uno de los personajes favoritos de su repertorio, en el que cada vez son más frecuentes las inmersiones en las tesituras dramáticas.

CONSPIRACIONES, PASIONES Y VENGANZAS

En la obra Beczala es conde y gobernador de Boston, lugar en el que Verdi se vio obligado a ubicar la acción a causa de la censura de la época. El autor sustituyó al personaje del rey Gustavo III de Suecia de la obra original de Eugène Scribe, asesinado en un baile de máscaras, por el del noble americano para no contrariar a las monarquías reinantes.

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El protagonista se desenvuelve en el ambiente de las conspiraciones, pasiones y venganzas de un libreto en el que subyace el concepto del amor imposible, antes de llegar al perdón final a sus enemigos: su secretario y ejecutor Renato (Carlos Álvarez, en la función inaugural y la del día 10) y su esposa Amelia (la soprano Keri Alkema), de la que el conde está enamorado. La hechicera Ulrica (la referencial Dolora Zajick) y el paje Oscar (Elena Sancho Pereg) completan el elenco principal.

Beczala define a su personaje como una especie de «niño consentido que no se preocupa mucho de las cosas importantes» y que llega a situaciones extremas desde «un equilibrio entre el riesgo, el amor y la política». Lleva nueve años interpretando este rol y cada vez le encuentra nuevos matices: «Frente a otras óperas de Verdi, que se pueden defender con fuerza y temperamento, Riccardo exige una importante dotación técnica y eso me gusta». En su opinión, el autor marca muy bien los distintos estados psicológicos de los personajes.

El cantante, que espera volver a disfrutar de la misma química con el público que tuvo con Werther, bendice el montaje de Boussard «porque ofrece una solución cautivadora y emotiva de la historia, con una partitura de excepcional».