PLACERES

Si es otoño... ¡helado!

La nueva estación trae una nueva colección de sabores fríos a Delacrem

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delacrem avellana1 / periodico

IMMA MUÑOZ

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Crac, crac-crac. El manto de hojas secas cruje bajo las botas de agua, imprescindibles en un lluvioso día de octubre. El otoño ya está aquí, y nada apetece más que un capuccino... ¡helado! ¿Helado? Helado. El helado de capuccino ha vuelto a la carta de <strong>Delacrem</strong>, sacrificado desde mayo para ceder su sitio a los sorbetes de frutas frescas que han reinado en el mostrador en los días más calurosos.

El secreto de Massimo Pignata para que frente a la heladería que abrió hace seis años haya siempre cola es hacer los helados a diario y usar la mejor materia prima. Para ello, ciñe la carta a los productos de temporada (una muestra de su rigor: el helado de uva de septiembre era de la variedad moscatel, y el de octubre será de uva blanca) y recorre hasta la última tienda en busca de lo que quiere. Los mangos de este verano, por ejemplo, los compraba en un colmado paquistaní de la calle de Joaquim Costa. «Son muy feos por fuera, pero perfectos por dentro», dice.

¿Y qué nos va a poner el paladar a tono con la estación que acabamos de empezar? Además del de capuccino, el helado de boniato con miel (solo en el mes de octubre), el de almendra con amaretto (en octubre y noviembre), el de marron glacé (que puede sucumbir ante el de castañas de Viladrau si las pruebas que está haciendo Pignata cumplen sus altísimas expectativas), el de caqui (solo en noviembre), los de mandarina y manzana asada con canela (toda la estación). Y los 'affogatos'café chocolate enriquecidos (y solo quien lo ha probado sabe cómo) con el frío placer.