MEMORIA DE UNA REBELIÓN

Viv Albertine, confesiones de una amazona punk

La exguitarrista de The Slits, pieza clave del movimiento, repasa en el libro 'Ropa música chicos' un vida de desafío a las convenciones

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RAFAEL TAPOUNET / BARCELONA

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Viv Albertine tenía 11 años cuando un día, paseando por Muswell Hill, le dijo a su padre que su sueño era convertirse en cantante pop. "No eres lo bastante chic", le respondió papá. Fue el primero de una larga lista de hombres que, en un momento u otro, trataron de minar su autoestima para mantenerla apartada de su vocación musical. Una vocación que había nacido poco antes con la escucha de una canción de los Beatles apropiadamente titulada 'You can’t do that' (no puedes hacer eso). Albertine consagró su juventud a demostrar que sí podía hacer eso, y se convirtió en la guitarrista de uno de los grupos más especiales e inspiradores del punk británico: The Slits.

Viv Albertine tenía 55 años (también tenía una hija y había dejado atrás un cáncer de cuello de útero) cuando su marido le planteó que, si quería salvar su matrimonio, debía abandonar la actividad musical que con gran esfuerzo y perseverancia había retomado apenas un año atrás. "Tú no eres una verdadera artista. Eres demasiado vieja y lo que haces es una pérdida de tiempo", le dijo. Albertine se separó de él y siguió tocando la guitarra. También hizo algo más: escribir un estupendo libro de memorias, 'Ropa música chicos' (Anagrama), que además de ofrecer una vibrante crónica en primera persona del estallido punk en Gran Bretaña articula una reflexión lúcida y valiente sobre la madurez, la vida doméstica y la expresión artistica como vía de superación y conocimiento.

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Viv Albertine tiene hoy 62 años y está en Barcelona para hablar de su libro, una autobiografía que se abre con estas palabras: "Quien escribe una autobiografía es imbécil o está en la ruina". Poco podemos decir sobre su situación financiera, pero, desde luego, la exguitarrista de las Slits no tiene un pelo de imbécil. Nacida en Australia y criada en Londres en un hogar sin libros, sin discos y sin estímulos culturales de ningún tipo, Albertine ha hecho carrera en la música, ha dirigido películas para cine y televisión y se ha reinventado como escritora (está preparando su segunda obra). "Una de las ideas que hay detrás de 'Ropa música chicos' es que, por muy pequeño y limitado que sea el entorno del que procedes, siempre hay algo a lo que te puedes aferrar para construir una vida que valga la pena. Ese es un mensaje muy punk", señala.

UNA LUCHA EXTENUANTE

Pero la construcción de una vida valiosa sobre unos cimientos inestables es un trabajo duro y puede tener un precio muy alto. De todas las fotos que se incluyen en el libro (y hay un montón), solo tres muestran a una Viv sonriente y relajada, y en una de ellas tiene cinco años. "No puedo decir que los días del punk fueran una época feliz. Para alguien como yo, una chica de clase trabajadora que trataba de expresarse de forma artística, cada paso era una guerra. Las Slits fuimos agredidas, insultadas y menospreciadas de todas las maneras posibles. Y muchas mujeres artistas de la época pueden decir algo parecido. Fue una lucha extenuante que nos dejó daños irreparables".

Es interesante anotar que en las otras dos imágenes en las que Albertine transmite algo parecido a la alegría, tomadas con 35 años de diferencia, está presente Mick Jones, el heroico guitarrista de los Clash. Ambos se conocieron en la Escuela de Arte Hammersmith, fueron juntos a ver a los Sex Pistols, se hicieron novios, rompieron, se reconciliaron y volvieron a romper. Jones acompañó a Viv a comprar su primera guitarra (una Les Paul Junior 1969) y fue el primer hombre en tomarse en serio su carrera musical. La animó a subir a un escenario en 1976 y volvió a hacerlo en el 2010: cuando Albertine intentaba salir a flote en un océano de inseguridades, él se puso a su disposición para grabar un 'single' de título audaz: 'Confessions of a MILF'.

"Aparte de mi familia, solo hubo una persona a la que me propuse deliberadamente no herir cuando escribía el libro, y ese es Mick [Jones]. Siempre me ha importado mucho su opinión, y me sentí conmovida cuando me dijo que le había parecido brillante e inspirador". Además de Jones, por las páginas de 'Ropa música chicos' desfilan todos los grandes nombres de la primera oleada del punk británico: Malcolm McLaren, Vivienne Westwood, Sid Vicious (de quien ofrece un afectuoso retrato muy alejado de la caricatura habitual), Steve Jones, Joe Strummer, Paul Simonon, Chrissie Hynde, Johnny Thunders, Siouxsie Sioux, Vic Godard… y Johnny Rotten, protagonista del cómico y patético episodio en el que la autora relata su primera (y desastrosa) tentativa de sexo oral.

NOSTALGIA DEL SEXO "ANALÓGICO"

"Éramos muy ingenuos y muy ignorantes en cuestiones sexuales -recuerda-. Nosotros no veíamos porno, con esos actores depilados capaces de hacer posturas fantásticas. Éramos más bien como animales torpes y peludos que se restregaban como podían. Aquello no tenía nada que ver con el sexo altamente tecnificado de hoy en día. Era sexo análogico. Muy divertido. La verdad es que siento nostalgia de aquel sexo".

Debe de ser una de las pocas cosas que echa en falta de aquellos días. El punk, dice, es algo que pertenece al pasado y ahí debe seguir. "Odio que las cosas se repitan. Además, estar en un escenario con una guitarra ya no me parece un acto de rebeldía. Mitificar el punk, convertir a los músicos en ídolos, es algo más bien reaccionario. Creo que para una mujer es mucho más radical convertirse en arquitecta o ser una abogada dedicada a los derechos humanos. Si hoy volviera a empezar, eso es lo que querría hacer". Tal vez aún esté a tiempo. Al fin y al cabo, es Viv Albertine. Ella puede.