Rose Byrne saca partido con nota a su vis cómica

Rose Byrne está radiante tanto en sus nuevas películas como en sus últimas apariciones públicas. Normal. Acaba de reinventarse. Tras 17 años como secundaria notable (tiene alguna protagonista, pero ninguna para el recuerdo), empieza a destacar en los repartos. Las razones, al menos tres.

Una es su apuesta definitiva por el cine de género, por el que tiene debilidad y con el que siempre ha flirteado: antes de estallar definitivamente, Byrne había trabajado con George Lucas (Star Wars: Episodio II. El ataque de los clones), Danny Boyle (Sunshine), Juan Carlos Frenadillo (28 semanas después) y Alex Proyas (Señales del futuro). Palabras mayores. Otro de los motivos de su renacer ha sido, sin duda, su sabia maniobra de enfrascarse en la televisión dequalité. Byrne, con tablas previas en la pequeña pantalla, está de moda por su trabajo en la prestigiosa serieDanys i perjudicis (Damages), donde rivaliza en protagonismo con una intachable Glenn Close sin dejarse hacer sombra. Y un tercero, su decisión de sacarle el máximo partido a algo que apenas había insinuado: su irresistible vis cómica.

NUEVA CHICA DE COMEDIA / Nacida en Sidney, Australia, en 1979, Byrne, chica lista, se ha arrimado al sol que más calienta en la nueva comedia americana: Judd Apatow, magnífico cineasta en torno al que gravita lo más granado del género. Ha participado ya en dos películas estupendas producidas por él,Todo sobre mi desmadre(2010) y la que nos ocupa,La boda de mi mejor amiga. Y le han bastado esos dos filmes para enseñar lo que apenas había insinuado: que es realmente graciosa, que su físico frágil y delicado tiene el revés inquietante deDanys i perjudicisy también un potencial cómico extraordinario. Byrne tiene futuro en la comedia, y la prueba más contundente es el duelo interpretativo de altura que se marca en La boda de mi mejor amiga con Kristen Wiig, probablemente la mejor actriz de la nueva comedia americana.

Vista en roles menores en Troya (2004) yMaría Antonieta(2006), Byrne ya no puede permitirse el eterno secundario. Ya está en otra liga. Y, vistos los aciertos del último tramo de su carrera, está claro que la senda son los géneros puros. Estos últimos años, Byrne ha sido una scream queenresultona en Insidious(2010), se ha colado en X-Men: Primera generación(2011), ha creado un personaje femenino fuerte enDanys i perjudicis y ha coprotagonizado una de las escenas más divertidas de la nueva comedia: el duelo de damas de honor deLa boda de mi mejor amiga.