Alizzz luce su talento indisimulable en los 'Secret Shows' de Les Nits de Barcelona

Alizzz, el nombre artístico de Cristian Quirante, lleva implícito cierta voluntad de secretismo. El de Castelldefels buscó un alias andrógino (que no revelara si era hombre o mujer) en sus inicios para insinuar y no dejarse ver en la luz casi inexistente del ambiente de club en el que como músico de electrónica se significaba tan solo a través del sonido y las vibraciones. Pero esa discreción, ese deambular anónimo, dejó de ser posible cuando su talento y un cosquilleo de saberse insaciable le llevó por otros ritmos e hizo agrandar su carrera a unas dimensiones en las que era imposible tapar cualquier rasgo de su rostro. O esconder sus manos, herramienta final de una cadena genial que, en el papel de productor, dieron a su figura luz y foco (y tres Grammy). No es exagerado decir que de su cabeza han salido algunas de las canciones más brillantes de las últimas décadas. Así, entenderán, es difícil mantener siquiera una neblina alrededor de su figura, trascendente como pocas.

Pero ese secretismo mal guardado se rompió por completo años atrás, hará en breve cuatro, cuando decidió con su primer 'single' en solitario ('Todo me sabe a poco', en septiembre del 2020) dejar la bendita trastienda para ser el hombre al que le apuntan las cámaras. Y esa consciencia de secreto a voces que era Alizzz ya hace mucho se ha trasladado este jueves en un contexto apropiado para el mensaje oculto descarado que son los 'Secret Shows' de Les Nits de Barcelona. De hecho, la presentadora del evento, Laia Ferrer, decía sabiendo la respuesta nada más coger el micrófono: "¿Todos sabéis lo que habéis venido a ver...?" Un vinilo nada disimulado en la cristalera de la Casa Seat luce el rostro de Alizzz desde hace varios días. Una pista que resuelve el Sherlock Holmes más desentrenado.

Con el sospechoso atado, todo indicaba que Alizzz protagonizaría, como fue, un nuevo concierto íntimo (el tercero ya) organizado por Les Nits de Barcelona junto a EL PERIÓDICO, Cervezas Alhambra, Occident y el Grupo Clipper's, promotora responsable del festival veraniego de los jardines de Pedralbes. El de Castelldefels, que en Catalunya tan solo actuará en el Vida Festival este año (solo tiene dos fechas más fuera), presentó por primera vez algunas de las canciones de su nuevo y segundo álbum, 'Conducción temeraria'. Algunas de ellas responden a su título y transmiten esa actitud volcánica de apurar los últimos 50 céntimos en la tragaperras. Y en un concierto acústico, junto a dos guitarristas y sin todas las capas de sonido que nutren sus temas catedralicios, desnudo con su voz delicada, interpretó 'Carretera perdida', '¿Dónde estás?', y, sin la compañía celestial de Maria Arnal, la fantástica 'Despertar'. Recurrió para terminar a su catálogo con 'Ya no siento nada' y 'El encuentro', himno junto a Amaia con el que empezó a insinuar que en esta nueva etapa también sabe llevar a otro nivel los duetos. El talento de Alizzz, donde sea, no es un secreto.