'Músiques sensibles' ofrece diez emotivos conciertos de distintos estilos

Cuando descubres que existe un festival que se presenta con el nombre de Músiques Sensibles ya sabes que algo hermoso va a pasar. Sensibilidad es lo que le falta al mundo actual y si, además, para conseguirlo piensan utilizar la música y la solidaridad, la combinación es perfecta. Al conocer más tarde su contenido, la gente que participa y la ilusión del proyecto te acabas, inevitablemente, enamorando de él. Diversidad cultural y de estilos, colaboración con entidades que ayudan a los demás, programación de artistas consagrados con otros emergentes…

Esta sexta edición que hoy se inicia tendrá todos esos ingredientes y más y finalizará el 23 de noviembre. Entre estas fechas podremos disfrutar de diez conciertos para todos los gustos a precios asequibles que tendrán lugar en el Palau de la Música y en el Petit Palau y que arrancan con un plato fuerte: la actuación esta noche de Maria Arnal y Marcel Bagés que servirá para cerrar la gira del disco 45 cerebros y 1 corazón, considerado por la crítica como el mejor del año 2017, con temas en castellano y catalán. Un dúo que en muy poco tiempo se ha puesto de moda hasta convertirse en todo un fenómeno. ¿Su secreto? La simplicidad. Con tan solo la voz, una guitarra y poco más han reinventado la música popular y la han convertido en himnos como Canción total o Tú que vienes a rondarme. Quienes los han visto en directo aseguran que aún son mucho mejores. Por cierto, que advierten que preparan para este concierto en la sala grande sorpresas que ni nos imaginamos.

Cantautora, productora y arreglista

El viernes 9 de noviembre tenemos un programa doble en el Petit Palau, sede de los siguientes conciertos, que se va a quedar más pequeño aún ante la avalancha de seguidores. El grupo Intana actuará a las 21 horas y también cierra gira, en este caso la de presentación de su primer trabajo que lleva su mismo nombre. Un pop acústico íntimo que parece que te acaricie y te hipnotice, a lo que contribuye la cálida voz de su vocalista, Núria Moliner, tan adorable en inglés como en catalán con el amor como protagonista. Emoción en su máxima expresión. Completará la jornada, la cantautora Carmen Boza (22 h.) que llegará a Barcelona con su segundo trabajo bajo el brazo, La caja negra. Se trata de su trabajo más personal en el que se atrevido con todo para que fuera lo más cercano posible a lo que había imaginado, así que también ha asumido los arreglos y la producción. Y con letras muy cercanas a las experiencias de los jóvenes y sus dudas. Un secreto: entre sus fans se encuentran los chicos de OT 2018, que desearían que les visitara. A lo mejor tienen suerte…

No nos dejan tregua, al día siguiente, otro doblete. El británico Joe Dolman (21 h.) nos descubrirá su talento ascendente por primera vez en nuestra ciudad. Canciones melancólicas interpretadas desde la cercanía y la empatía y eso que tiene poco más de 20 años. De aquellos que te hacen llorar. Y, pese a todo, un halo de optimismo, como en Something beautiful o The best in me. Completará la jornada una hora más tarde Roger Mas para quien la etiqueta “cantautor” se queda corta, ya que combina música y poesía, tradición y modernidad, pop y blues. Si alguna definición se le ajusta es la de trovador contemporáneo. Un buen ejemplo es su Parnàs, que te hace sentir en la Edad Media y, acto seguido, en un club de jazz repleto de humo y luz tenue.

La dulce voz de Gemma Humet

Tendremos que esperar casi una semana, hasta el siguiente viernes, para escuchar a la aranesa Alidé Sans (21 h.), una acordeonista y guitarrista que canta en aranés como muestra en Henerècla, una mezcla de ritmos cálidos como el reggae, la rumba o el soul que sorprende pensar que han sido creados en montañas heladas. Será el preámbulo de la segunda cita con toda una gran esperanza blanca, la pianista y cantante Gemma Humet. Atrás quedaron los tiempos en que se la vinculaba con su tío, el añorado Joan Baptista Humet, ahora ya tiene una presencia propia más allá de parentescos y se ha codeado con los grandes de la canción catalana. ¡Qué voz más dulce tiene y qué bonito canta! Despedirá sus conciertos de presentación de su delicioso Encara y amenaza con invitar a un@s cuant@s amig@s para que le acompañen. Tiene pinta de ser un recital de aquellos memorables.

El gallego Xoel López ofrecerá el sábado 17 un concierto acústico con temas de Sueños y pan, que muestra su evolución tras sus viajes por Sudamérica y en el que reivindica el pan para poder soñar. No es un jovencito prometedor, es uno de los más veteranos del ciclo, con más de 20 años de experiencia y una trayectoria marcada por los paisajes, bien sean de su A Coruña natal o de su vida. Una discografía marcada por el apego a su tierra. ¿Pop-rock alternativo o folk? Prefiere definirse como un músico libre que “si está atrapado en las sombras, avanza”. Y eso es precisamente lo que está haciendo. Los pájaros y las cometas son sus nuevos símbolos de libertad y de compromiso, con toques ochenteros y psicodélicos, entre John Lennon y The Who. Nos va a sorprender, seguro.

De la metafísica al gospel

Y así hemos llegado al miércoles, 21, donde tenemos una cita con El Petit de Cal Eril, Joan Pons y su banda, un quinteto que se encuentra en un terreno indefinido que los entendidos definen como pop metafísico que se plasma en el disco triangular “∆“ concebido como una trilogía de EP’s, con tres canciones inéditas grabadas en tres contextos diferentes (una casa de paja en la Garrotxa, el cuartel general del grupo en Guissona y, por último, en Nueva York. Aquí hay nivel). Más esotérico, imposible. Para hablar de su trabajo, primero hay que descubrirlo. Todo un misterio para flipar.

Esto se acaba, amigos, pero hay que despedirse con todas las luces y los pabellones auditivos a tope. El viernes 23 tenemos una súper sesión de soul con los London Community Gospel Choir, que se presentarán en pequeño formato pero que siguen ofreciendo un directo muy potente. Fueron fundados en 1982… y siguen en activo. Se adaptan como si nada al funk, el swing o el rhythm and blues y llevan una marcha en el cuerpo que nos hará levantar de las butacas.

Si aún no estamos convencidos de asistir, basta citar que este certamen lucha para ayudar a pequeñas entidades sin ánimo de lucro con pocos recursos a las que se destina el 10 % de la recaudación y a los que se da visibilidad mediante acciones conjuntas con los artistas. Posdata: si durante alguno de los conciertos se nos corta la respiración un poco o se nos escapa una lagrimita, no hay nada que temer, no es grave. Se llama sensibilidad.