Acercamientos afectivos con ny

Luisgé Martín presenta en Barcelona el número bilingüe dedicado a Catalunya de la revista 'Eñe', transmutada para la ocasión en 'Enye'

Ignacio Martínez de Pisón, Jenn Díaz y Luisgé Martín, en la presentación de la revista 'Enye' en la librería La Calders.

Ignacio Martínez de Pisón, Jenn Díaz y Luisgé Martín, en la presentación de la revista 'Enye' en la librería La Calders. / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Cuenta Luisgé Martín, nuevo director de la revista 'Eñe', que "siempre hablamos de la literatura como un territorio mítico de encuentro, y nunca lo empleamos. Estamos en las trincheras, nunca hacemos acercamientos afectivos". Para salir de las trincheras (si nos ponemos tremendos, como en aquella tregua navideña en los campos de Flandes) y ensayar acercamientos, la revista publicada por La Fábrica presentaba ayer en Barcelona un número que construye un espacio mítico en el que españolísima letra eñe puede ser escrita con una n y una y. Escritores en castellano y catalán han escrito en su lengua literaria y han sido traducidos a la otra, en un ejercicio bilingüe que la más joven de todos, Jenn Díaz, lleva al paroxismo, con un texto en un catalán infiltradísimo de castellano que traduce a un castellano que supura catalán.

La revista, que ha transmutado su cabecera en 'Enye', reparte a la par las dos lenguas entre sus 112 páginas, destinadas a los lectores de toda España. Unos lectores que Sergio del Molino, en el artículo del cierre del número, titulado 'Si no está en castellano, no existe', lamenta que se resistan al ejercicio, que Unamuno consideraba al alcance de cualquier español culto, de leer con naturalidad y sin necesidad de traducción en castellano, en portugués y en catalán. La prueba: que la "prensa nacional" no se diese por enterada del magnífico 'La pell de la frontera' de Francesc Serés hasta que fue traducido.

Los escritores fueron convocados a escribir sobre Catalunya, no sobre el proceso independentista, para que en este número quepan "los puentes, las ventanas y hasta los laberintos que Catalunya y España comparten".  Pero quizá ese espacio compartido ya sea en parte mítico: los participantes en 'Enye' tienden en sus textos a la nostalgia. Ignacio Martínez de Pisón recuerda su viejo piso de Borrell, 107, herido por aquella explosión de gas y por el suicidio de un amigo, Pere Ginferrer le habla a Antón Castro de su juventud, Isabel Coixet escribe sobre su generación, Lorenzo Silva, de su desamor y, sobre todo, amor, barcelonés, Carme Riera recupera viejos poemas, Luis García Montero sus años catalanes, Sergi Pàmies recuerda a sus padres, Eduardo Mendicutti una noche entre una sauna masculina y Bocaccio, José Manuel Caballero Bonald a Carlos Barral y Laura Freixas a su padre, que primero le hizo hablar en castellano y luego en catalán. Como dice de nuevo el editorial, las "sentimentalidades", esos "materiales frágiles", son los que más resisten.