Paseando el muerto

La nueva canción deDavid Bowie,Where are we now?, es hermosa y de una melancolía atroz: si el disco que adelanta y que aparecerá en marzo se mueve en la misma línea, nos espera una audición tan placentera como desoladora. Es la atónita declaración de un hombre que se interna en la vejez y que cada vez sabe menos quién es él y quiénes son todos los demás. El narrador deambula por un Berlín fantasmal -¿el que compartió conIggy Pop?- y describe su paseo solitario comowalking the dead(paseando al muerto). Al final, atisba la esperanza«mientras haya sol, mientras haya lluvia, mientras exista yo, mientras existas tú».A mí, esta canción me ha recordado a la nota de suicidio de alguien que mira hacia atrás sin ira, pero con hastío.

De hecho, el mejorDavid Bowie falleció en 1980, despidiéndose del mundo conScary monsters, disco sensacional y compendio de todo lo abordado hasta entonces. Nuestro hombre presidió la década de los 70 con una serie de álbumes imprescindibles: reinventó el rock and roll y, al mismo tiempo, se tomó a sí mismo por una obra de arte conceptual en constante evolución. ElBowiede los 80 es un profesional del espectáculo que opta por hacerse rico. El de los 90 va dando tumbos estilísticos, con aciertos esporádicos pero con la íntima convicción de que ya ha dicho todo lo que tenía que decir. Cuando ya le dábamos por felizmente jubilado en Nueva York, junto a su esposaImany llevando al cole al retoño conjunto, va y cuelga en la red una canción que hiela la sangre. ¿Se tratará de una nueva máscara del héroe? ¿Pretende despedirse de la industria musical como abanderado de la melancolía y la falta de sentido de la existencia? Nada se puede afirmar hasta escuchar completo el nuevo álbum. Muchos lo compraremos disciplinadamente, como llevamos haciendo desde 1980, pues nos ha vuelto a sorprender: comparado con esteBowie,Leonard Cohenes la alegría de la huerta.