el BAJO CATALÁN inicia una nueva aventura musical en luz de gas

De la ópera al swing y el jazz

Stefano Palatchi debuta como 'crooner' en BCN, con Laura Simó y el Francesc Capella Trio

MARTA CERVERA / Barcelona

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Stefano Palatchi, conocido bajo del mundo operístico, prepara susalto al jazz. El cantante barcelonés, que el año pasado celebró sus bodas de plata profesionales, se estrenará comocrooner el martes enLuz de Gas (21.30 horas) cantando clásicos de Cole Porter, George Gershwin y Duke Ellington. Lo hará acompañado deLaura Simó, con quien interpretará algunos dúos, y deltrío de Francesc Capella.

"La idea de cantar jazz surgió hace dos años después de que el mánager de laOrquesta de Duke Ellington me viera en el concierto de canciones de Broadway que hice en Nueva York. Me sorprendió su propuesta, pero como siempre me ha gustado este tipo de música, me he estado preparando", dicePalatchi, un "hombre blanco con alma negra", según el citado mánager.

DIFERENTE TÉCNICA

Poca gente ha podido escucharle. Los primeros fueron los invitados a una boda en la que cantóSend me to the moon con un desparpajo asombroso. "No me sabía la letra y tuve que poner una chuleta", recuerda. A diferencia de la ópera,en el jazz no basta con una buena voz. "La técnica es distinta en el jazz y el swing. Más que la voz, lo importante es soltarte y poder transmitir cada palabra con estilo, como hacíancroonersque me han entusiasmado como Bennett y Sinatra".

Su voz profunda es ideal para interpretar canciones comoSixteen Tons, una de sus favoritas. Las piezas con notas altas le cuestan más pero no tanto como acostumbrarse a cantar con micrófono, algo nuevo para él. "En la ópera solo he usado micros en las grabaciones de discos. Supongo que en el concierto usaré uno inalámbrico para evitar enredarme con el cable", afirma.

No son muchos los cantantes de ópera que se han lanzado con éxito al repertorio jazzístico. Entre las divas que han dado el salto destacanJessy Norman, que de pequeña mamó las esencias del gospel en el coro de la iglesia, yRenée Flemming,soprano que antes de triunfar en la lírica actuó en clubs de jazz.

UN DIVERTIMENTO

"No es muy común el paso de la ópera al jazz, pero quiero probar. Esto es un divertimento que me tomo muy en serio y que abordo con humildad y respeto", indicaPalatchi, consciente de que la ópera seguirá siendo su caballo de batalla. "Gracias a Dios, tengo contratos, lo que es mucho con la crisis que hay. Me gano la vida y disfruto, pero no cierro la puerta a nada. Hay que esperar y ver cómo funciona esto. Es un estilo que me apasiona. Estoy acostumbrado a la rigidez de los personajes de las óperas. Soltarme y dejarme llevar por el ritmo no es fácil", explica el bajo, que tiene unGrammypor la grabación de lazarzuela La Dolores.

Además de la cita enLuz de Gas, ya tiene otros compromisos comocroonery sueña con actuar con laOrquesta de Duke Ellington. El año pasado trabajó con ella. Aún se ríe al recordar la cara dePaul Mercer Ellington, nieto del famoso compositor y actual responsable de la formación, cuando se presentó al ensayo con las partituras bajo el brazo. "Pero, ¿qué es esto?", le dijo al verle con tantos papeles. "No lo necesito", le espetó.

La confusión fue a más porque, según cuentaPalatchi, el descendiente de Duke Ellington se giraba buscando a alguien cada vez quePalatchi le llamaba "maestro", una palabra que nunca se pronuncia en el jazz y que es la forma habitual de los cantantes para llamar la atención del director de orquesta. El jazz es otra historia. Y le gusta. "Estoy acostumbrado a la férrea disciplina germana de la ópera pero el jazz es un rollete más cool".