LO QUE NO SABÍAS DE...

Olivia Cooke y Anya Taylor-Joy: la meteórica trayectoria de dos jóvenes actrices enfrentadas en 'Purasangre'

La primera protagonizó 'Ready player one' y su compañera, 'La bruja' y 'Múltiple'

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Eduardo de Vicente

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Los duelos actorales resultan habituales en el cine, películas al servicio de dos intérpretes que rivalizan en sus respectivos personajes. Lo que no es tan común es que este enfrentamiento en la ficción se produzca entre dos jóvenes. En Purasangre asistimos a uno de esos combates sin tregua entre dos de las actrices más prometedoras del cine norteamericano actual: Olivia Cooke y Anya Taylor-Joy. Quizás por el nombre no las conozcamos pero vale la pena repasar su trayectoria porque ambas seguro que llegarán lejos.

Olivia Cooke (Oldham, 1993) es británica. Es hija de un matrimonio separado formado por un policía retirado y una representante de ventas, es decir que no hay antecedentes artísticos en su familia. Pero la chica se sintió atraída por la interpretación e ingresó en la escuela de interpretación local. Su primera oportunidad le llegó muy pronto y, con 19 años fue reclutada para participar en dos miniseries británicas de intriga: Blackout y El secreto de Crickley Hall, ambas de 2012.

Del Festival de Sitges al de Sundance

El cine de ciencia-ficción le daría la oportunidad de debutar en la pantalla grande con La señal (2014), filme donde tres adolescentes van en busca de un popular hacker y llegan a una casa en la que vivirán una pesadilla. Era una cinta independiente que, pese a ello, obtuvo el premio a los mejores efectos especiales en el Festival de Sitges. Combinaba drama, intriga y terror, género que tendió sus garras sobre ella ese mismo año con dos títulos olvidables: El estigma del mal Ouija.

El 2015 sería su año de suerte al participar en una de las películas más valoradas de la temporada, Yo, él y Raquel titulada originalmente Me and Earl and the dying girl (Earl y yo y la chica moribunda). Un adolescente intenta no hacerse notar en su último año de instituto y tiene como mejor amigo a un chico negro al que conoce desde la infancia. Su vida cambia cuando su madre le obliga a salir con la hija de una amiga, una joven de su edad, porque padece leucemia. Pese a sus reticencias iniciales, ambos entablarán una profunda amistad. Era una estupenda combinación de comedia y drama, muy original técnicamente (con planos complicados, escenas con animación en plastilina), con homenajes cinéfilos y una gran sensibilidad. Todas estas cualidades la llevaron a alzarse con el Gran Premio del Jurado y el del Público en el festival de Sundance.

Regresó al cine de intriga y terror, ahora más gótico con Los misteriosos asesinatos de Limehouse (2016), donde daba vida a un personaje más ambiguo, una joven acusada de haber asesinado a su marido pero cuyo abogado sospecha que se trata de la obra de un criminal en serie. También fue una chica de pueblo que se prostituía para lograr su sueño de ir a San Francisco en Katie says goodbye (2016). Y así llegamos a Purasangre, estrenada este año pero que data del pasado.

Contratada por el mismísimo Steven Spielberg

Esta circunstancia provoca que nos hayan llegado antes dos trabajos precedentes y muy relevantes. Fue Emma Decody en Bates Motel y uno de los mejores personajes de la serie. Pero este 2018 ha conseguido colocarse en uno de los títulos más taquilleros, Ready player one,  que ha arrasado en todo el mundo. Cooke era el rostro que escondía el avatar Art3mis cuyo verdadero nombre era Samantha y formaba equipo con el protagonista.

En los próximos meses la veremos, si los distribuidores nos lo permiten en Live itself, drama romántico donde se mide con Oscar Isaac y Annette Bening, pero en el que también intervienen Antonio Banderas o Laia Costa. Aunque su proyecto más ambicioso es interpretar a la mítica Becky Sharp, la protagonista de La feria de las vanidades en una serie para televisión.

La nueva musa del cine de terror

Anya Taylor-Joy (Miami, 1996) también le debe mucho al cine de terror y es que su rostro y su mirada inquietante la hacen idónea para este género en el que debutó a lo grande como protagonista en La bruja (2015), que también triunfó en Sundance con el premio al mejor director. En el siglo XVII, una familia de colonos que se han asentado en Nueva Inglaterra son expulsados por su comunidad y se asientan en una granja junto a un bosque donde intentan sobrevivir. Pero allí serán víctima de una serie de desgracias que parecen tener origen sobrenatural y ella es la principal afectada.

Tras un pequeño papel en la serie Atlantis (2015) se transformó en la enigmática Morgan (2016), una criatura creada mediante inteligencia artificial que no reacciona como se espera y debe ser revisada por una especialista que debe decidir si han de acabar con ella o no. Una especie de HAL 9000 (el ordenador de 2001: una odisea del espacio Le siguió Barry, monótona biografía del joven Barack Obama de los años 80.

Dos títulos marcaron su trayectoria. El primero fue Múltiple (2016), el último trabajo del director de El sexto sentido, con el que recuperó su buen pulso. Era la más resistente de las tres chicas que eran secuestradas por un extraño tipo con diversas identidades y la que más se enfrentaba con él. Tras Purasangre rodó con Sergio G. Sánchez, el guionista de El orfanato, El secreto de Marrowbone, en la que una madre y sus cuatro hijos se establecen en una nueva casa donde pretenden iniciar una nueva vida huyendo de un padre violento.

El próximo año se presenta muy atractivo para ella con los estrenos de Glass (Cristal) la esperadísima continuación de Múltiple y de El protegido, y Los nuevos mutantes, otra saga de chicos con poderes sobrenaturales basada en una serie de cómics.

Tanto Cooke como Taylor-Joy prácticamente acaban de empezar, pero tienen talento de sobras, resultan muy misteriosas y seguro que no tardaremos en verlas entre las nominadas a los Oscar en la próxima década. Apunten esos nombres, que van a dar mucho que hablar.