Mariano Ozores: "Haría una película sobre Podemos con López Vázquez"

Mariano Ozores (1926, Madrid), piensa que el reconocimiento le ha llegado tarde, pero está contento de poder disfrutarlo y poder recoger, el 6 de febrero, el Goya de Honor a toda su carrera. Una carrera que ha sido una de las más prolíficas y extensas del cine español (con perdón de Jesús Franco) y que consta de 96 películas que abarcan cuatro décadas de la historia de nuestro país a través de la radiografía satírica de sus usos y costumbres siempre desde una perspectiva eminentemente popular.

“Yo me he debido siempre al público”, contaba Mariano Ozores este martes en un encuentro con la prensa en la Academia de Cine, acompañado de su presidente, Antonio Resines. “El público es soberano y siempre tiene la razón. No he hecho cine para satisfacerme a mí, sino a los demás, y si los productores me pedían que el público se riera, yo era lo que intentaba hacer con todas mis fuerzas. Respetar al público es todo lo que soy y lo que fui”.

FAMILIA CON PEDIGRÍ

Mariano Ozores pertenece a una de esas familias con pedigrí dentro del cine cuyo legado se ha perpetuado hasta nuestros días. De hecho, Antonio Resines puntuaba que, de alguna manera, este Goya de Honor servía para rendir homenaje a toda la saga, entre cuyos principales miembros destacaron sus dos hermanos, los actores José Luis y Antonio Ozores, y sus sobrinas, Emma y Adriana.

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Precisamente junto a sus hermanos debutó en la dirección en 1959 con 'Las dos y media y veneno'. Sus primeras películas todavía no se inscribían dentro del ámbito de la “españolada”, término que el realizador reconoce como peyorativo a un tipo de cine que, según sus palabras, lo único que quería era conectar con la realidad del momento.

MÉTODO ÁGIL Y DE BATALLA

La crítica nunca lo trató bien. Sólo en una ocasión, con 'La hora incógnita', su película más ambiciosa y que llevó a la ruina a su productora. “A partir de ese momento, descubrí que en el cine no hacía falta invertir tanto dinero. Lo que había era que ser ingenioso. Nunca me han interesado las aspiraciones artísticas, porque la mayor parte de las veces, esas películas no hacen dinero, y son aburridas”.

El realizador tenía un método de trabajo extremadamente ágil y de batalla. “Escribía la siguiente película mientras estaba rodando, a toda velocidad. No perdíamos el tiempo, porque el tiempo cuesta dinero. Pero lo mejor de todo es que disfrutábamos haciéndolo, nos divertíamos de verdad, y yo creo que eso se transmitía”.

La actualidad cinematográfica también ha estado presente en la charla. “'Ocho apellidos vascos y catalanes' es precisamente el tipo de película que hay que hacer ahora, porque constituye una dura crítica al conflicto idiomático en el que vivimos”. ¿Y en cuanto a Torrente y Santiago Segura? “Me parece una exageración, una locura muy de las mías”, ríe. “Pero si yo hiciera una película, sería sobre Podemos, un grupo de gente que se reúne y monta un partido. El protagonista hubiera sido López Vázquez con coleta, sin duda. Que el pueblo se haya lanzado a hacer política me parece muy gracioso”.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Mariano Ozores","position":"director","text":"\"Que el pueblo se haya lanzado a hacer pol\u00edtica me parece muy gracioso\""}}La sombra del franquismo y sus vinculaciones políticas planearon de manera tímida pero contundente, sobre todo cuando el realizador afirmaba que aunque no se consideraba afín al régimen del dictador, era lo que España necesitaba en ese momento. “Ahora está Podemos, y entonces, Franco”. Durante la transición se reveló como un gran crítico del progreso y el cambio en películas como '¡Qué vienen los socialistas!', y también se posicionó como uno de los directores fundamentales del destape. “Puede que mis películas fueran machistas, pero porque lo era el personaje y, a partir de ahí, siempre había un poso de crítica al respecto”.

A Mariano Ozores le hubiera gustado recibir el Goya de Honor rodeado de su querida 'troupe' de actores. Ha recordado sus buenos momentos con el tándem José Luis López Vázquez y Gracita Morales, con Andrés Pajares y Fernando Esteso. Alfredo Landa, Lina Morgan o Concha Velasco fueron algunos de sus actores fetiche. “Qué tristeza que ya no estén la mayoría entre nosotros”. Demasiados recuerdos y emociones en un día para un hombre de 89 años que ha intentado hacernos reír hasta el final.