EL ANFITEATRO

Los niños no son tontos

El Festival de Bayreuth presenta una versión demasiado simplista de 'Tannhäuser' para niños

rmassague39537470 stiefermann  wolfram   priese  tannh user   nolte  bitelrof 170804164926

rmassague39537470 stiefermann wolfram priese tannh user nolte bitelrof 170804164926 / periodico

Rosa Massagué

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si hay que promover al público del futuro, sean bienvenidas las versiones operísticas para niños, pero no todas. Desde que Katharina Wagner llegó a la dirección del Festival de Bayreuth, cada año propone una ópera del bisabuelo en versión reducida y adaptada. Empezó en el 2010 con ‘Tannhäuser’ y, acabadas las obras canónicas de Wagner con muy buen tino, este año toca volver a empezar y de nuevo es con la historia de aquel caballero medieval.

La versión de este año va firmada por la propia Wagner y por Markus Latsch. Es una pena que el ‘Tannhäuser’ que han preparado para niños de entre 8 y 12 años sea de un infantilismo mayúsculo al que contribuye una puesta en escena escasamente imaginativa de Zsofia Geréb. Los personajes son niños. Los cantantes actúan y se mueven como si lo fueran lo que siempre resulta muy forzado especialmente cuando se ponen a cantar a todo pulmón con su voz.

Todo es políticamente correcto. Excesivamente. El Venusberg, el lugar donde reina el placer y la sensualidad, es aquí una cloaca (no es extraño que Tannhäuser quiera salir zumbando) donde Venus juega a indios. Por su parte, los caballeros juegan a barquitos en un río. No hay cazadores. En un rincón elevado del resto del espacio donde se desarrolla la acción hay una pareja de adultos que pueden ser unos abuelos vigilantes.

Que los niños no son tontos lo demuestran cuando responden cuál debe ser el premio para el ganador en el concurso de canto de los caballeros. Uno de estos dice que una pelota, el otro, chocolate. Pero el público lo tiene claro. Sus respuestas son rápidas: “un ordenador”, dicen unos. De otro lado de la sala se oye “un i-phone”. Esta versión adaptada musicalmente por Marko Zdralek, tiene un final feliz tras 65 minutos de música, pero los niños han tenido tiempo de aburrirse y perder la concentración en la última escena, cuando Tannhäuser y Elizabeth cantan sus arias.

La representación se realiza en una sala de ensayos del festival, con una orquesta de 30 músicos, la Brandenburgisches Staatsorchester Frankfurt (Oder) dirigida por Boris Schäfer. Los cantantes de esta versión para niños intervienen en las distintas representaciones del festival de los ‘mayores’, exceptuando a Jukka Rasilainen (Landgrave) y Hans-Georg Priese (Tannhäuser) que lo han hecho en ediciones anteriores. El resto del reparto está formado por Kay Stiefermann (Wolfram), Stefan Heibach (Walther), Raimund Nolte (Biterolf), Caroline Wenborne (Elisabeth) y Stephanie Houtzeel (Venus).

Representación vista el 28 de julio.