Los premios de la Acadèmia del Cinema Català

Los Gaudí de Balagueró

'Mientras duermes' se lleva seis premios grandes y 'Eva' conquista otras cinco estatuillas

Julio Fernández, Luis Tosar, Marta Etura y Jaume Balagueró, de 'Mientras duermes'.

Julio Fernández, Luis Tosar, Marta Etura y Jaume Balagueró, de 'Mientras duermes'.

JOSÉ CARLOS SORRIBES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

llegaban a la cuarta edición de los Premios Gaudí casi como Rubalcaba y Chacón al congreso del PSOE en Sevilla. Y el marcador resultó igual de ajustado en la gran fiesta del cine catalán que se celebró anoche en el teatro Arteria Paral·lel. Mientras duermes, de Jaume Balagueró, superó por seis premios a cinco a Eva, de Kike Maíllo, en el indiscutible mano a mano (con permiso de Bruc, la llegenda) con que se presentaba la gala de la Acadèmia del Cinema Català. Nada que ver con el ciclón de Pa negre, que el año pasado sumó 13 de los 15 galardones a los que optaba.

El tanteo ajustado no esconde, sin embargo, que los seis entorchados de Mientras duermes (15 nominaciones) tuvieron mayor rango: director, actor protagonista, guion y película en lengua no catalana, además de sonido y montaje. La Acadèmia convirtió, por lo tanto, a Jaume Balagueró en el triunfador de la noche.

La ópera prima de Kike Maíllo (16 nominaciones), mientras, acompañó los galardones de película en lengua catalana y actor secundario con éxitos en apartados referentes a su elogiada factura: fotografía, dirección artística y efectos especiales. La gala de los Goya, en la que parte con 12 nominaciones, será el próximo escalón en la fulgurante irrupción de esta mezcla de ciencia ficción robótica y triángulo amoroso.

Mientras duermes ha coleccionado un elogio tras otro desde su estreno en el último festival de Sitges, con un pase previo en el Fantastic Fest de Austin (Tejas, EEUU). Crítica y público han gozado, si puede decirse, con un thriller psicológico edificado alrededor de César, el desalmado portero (Luis Tosar) de una finca del Eixample barcelonés con ánimo de mirón y obsesionado por una joven inquilina. Un malo «asqueroso», definición del propio director, con el que el espectador acaba por identificarse. Como lo han hecho los académicos que votan en los Premios Gaudí, en cuyo corto palmarés era obligado que ya figurara con letras mayúsculas el cineasta de Lleida.

Por detrás de Mientras duermes y Eva quedó Bruc, la llegenda, que solo consiguió 3 de los 12 premios a los que podía optar. El cóctel de cine histórico y de acción, de Daniel Benmayor, tuvo el consuelo en categorías de menos empaque como maquillaje y peluquería, vestuario y dirección de producción. También se llevó un botín discreto Chico & Rita, la película de Javier Mariscal y Fernando Trueba que estará en la gala de los Oscar. De las seis categorías en que estaba nominada se llevó dos premios cantados: el de mejor película de animación (la categoría en la que peleará por el Oscar) y el de música original, con Bebo Valdés.

'EL DISCURSO DEL REY' / Donde no hubo sorpresa fue en la categoría de mejor película europea. El discurso del rey, cómo no, añadió otra muesca a su historial pese a que competía, por ejemplo, con Melancolía, de Von Trier, y Pina, de Wim Wenders.

Fuera del palmarés, la cuarta gala de los Gaudí acusó los males habituales de estas entregas de premios, que casi nunca alcanzan el tono adecuado y un ritmo alterado por los inevitables parlamentos de los premiados, alguno como el de Mireia Ros (mejor documental) con un tono reivindicativo en contra de una Barcelona rendida a la especulación y no al culto a la excelencia, propio de gente como Gaudí hace un siglo. En la misma línea habló otra intérprete combativa -Vicky Peña- en su defensa de la cultura y de los derechos de los creadores.

La fiesta empezó con mal pie, con un conflicto callejero a la puerta del Arteria Paral·lel con las ruidosas protestas de un grupo de mossos, bomberos y otros indignados ante los recortes. Las autoridades, con el president Artur Mas a la cabeza, fueron sus víctimas.

Al actor Xavi Mira le correspondió el papel de presentador de la gala junto con Alba Florejachs, la actriz teatral revelación de la temporada. Mira empezó bailando y cantando y poco le ayudó en el arranque el titubeante guion de Toni Cama y Héctor Hernández Vicens (que fueron guionistas de Los Lunnis). Mira buscaba el compadreo con los nominados y otros colegas de profesión pero no acabó de funcionar. Mucho más directas resultaron sus alusiones a los recortes y al doblaje en catalán ante la mirada de circunstancias de Mas y del conseller de Cultura, Ferran Mascarell.

TV-3 Y LA INDEPENDENCIA / A Florejachs, mientras, le tocó jugar con su innata comicidad en una noche de variadas puyas reivindicativas. El director Joaquim Oristrell, por ejemplo, dio el premio de mejor filme para televisión apuntando a un incierto futuro de TV-3. Lo recogió Manuel Huerga, el director de Macià contra Companys, apelando a los políticos a que se tomaran «en serio la independencia».

Fue la nota política de la noche de Jaume Balagueró y también de Kike Maíllo en los Gaudí. La noche de dos directores de un cine catalán que no tiene una gran industria pero sí anda sobrado de talento.