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Las curiosidades de 'La buena esposa', drama con Glenn Close y Jonathan Pryce

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Eduardo de Vicente

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Uno de los estrenos más interesantes de la semana es La buena esposa, un drama protagonizado por Glenn Close Jonathan Pryce (el padre de Keira Knightley en Piratas del Caribe). Cuenta cómo un famoso autor norteamericano recibe la noticia de que ha obtenido el Nobel de Literatura y viaja a Estocolmo con su mujer y su hijo, que intenta también escribir. Hasta allí se desplaza igualmente un periodista que pretende redactar su biografía y descubrir los secretos de su vida y obra. El filme rescata a la gran Glenn Close, que interpreta a la mujer abnegada del autor, siempre pendiente de él, le cuida, sabe perdonar sus infidelidades y vale más por lo que calla que por lo que dice. Pese a lo que pueda parecer es el filme mucho más feminista de lo que trata. Evitaremos los spoilers, pero sí que descubriremos otros curiosos detalles.

-Un equipo femenino: la impulsora del proyecto fue la productora Rosalie Swedlin y  gran parte del equipo es femenino: la autora de la novela en la que se basa el filme, la guionista, la compositora, la montadora y otros apartados ya más habituales como dirección artística, maquillaje o vestuario. Curiosamente, el director es un hombre, el sueco Björn Runge, pero la guionista, Jane Anderson, lo justifica: “Uno podría pensar que haría falta una directora para extraer todas las sutilezas de esta historia. Pero Runge es el director varón más feminista que conozco. Tiene una hermosa y delicada sensibilidad y entiende a la perfección lo que el guion está tratando de decir.”

-El casting. Cuando se le pregunta al director cómo escogió a los actores, contesta: “Glenn Close me asignó a mí mi papel, de hecho, y yo se lo asigné al resto”.

-La eterna nominada. Puede sorprender a muchos, pero Glenn Close aún no tiene a un Oscar pese a haber sido nominada… en seis ocasiones (El mundo según Garp, Reencuentro, El mejor, Atracción fatal, Las amistades peligrosas Albert Nobbs). Sí que puede conformarse con haber obtenido dos Globos de Oro, pero nunca por películas, siempre por trabajos televisivos: la serie Daños y perjuicios y el telefilme El león en invierno.

-¿Actores o instrumentos musicales? El director asegura que su película es como una música con dos instrumentos tocando para nosotros, ya que el modo en que interpretan Glenn Close y Jonathan Pryce le recuerda a la música, como dos solos instrumentales tocando juntos.

-Padres e hijos. La actriz Annie Starke, que interpreta el papel de Glenn Close en su juventud es, en realidad, la hija de Close y el productor John H. Starke. El actor que interpreta a su hijo es Max Irons, hijo de Jeremy Irons.

-Una veterana secundaria. En el filme aparece brevemente en el personaje de una escritora, Elizabeth McGovern, actriz de gran popularidad en los 80 con títulos como Érase una vez en América. La intérprete inicialmente prevista para este pequeño papel era Frances McDormand (Tres anuncios en las afueras).

-De la novela al cine. En su original literario, el premio que le conceden al escritor es muy poco conocido, por ello la guionista prefirió ubicar la historia en la entrega del Premio Nobel, ya que significaba aumentar lo que estaba en juego. También añadió el personaje del hijo de la pareja, con la intención de darle una mayor trascendencia dramática.

-¿Cuándo transcurre la acción? En el filme la única referencia temporal que tenemos son los flashbacks de los protagonistas que se inician a finales de los 50. En la novela, publicada en 2003, queda más claro que la entrega del premio es en los 90.

-Los escenarios. El filme muestra la trastienda de los Nobel, cómo se preparan, se ensayan, se celebran o la presión mediática a que son sometidos los galardonados y también reproduce los edificios de Estocolmo donde transcurren los premios: el Ayuntamiento, la sala de conciertos, el Gran Hotel y el Palacio Real, pero la mayor parte de la película fue rodada, en realidad, en Glasgow y sus alrededores.

-Y un avión… El realizador rodó en Escocia porque ya había filmado previamente allí. “Tiene dos enormes salas que sirven para recrear los salones de celebración de la ceremonia del Premio Nobel,  y dispone de un Concorde, lo cual es genial, porque la historia transcurre a mediados de la década de los noventa y el Concorde era claramente un icono de aquella época”.

-El vestuario. No fue tan fácil recrear los vestidos de la época como puede parecer, porque, como explica su responsable, Trisha Biggar, “lo que se llevaba en América o lo que se llevaba en Gran Bretaña no es lo mismo que lo que se llevaba en Estocolmo en los años 90. Además, la vestimenta americana en los años 50 era muy diferente de la británica en esos mismos años.”

-Estreno aplazado. Aunque el filme ya estaba listo en el 2017 se retrasó su estreno en EEUU hasta agosto de este año con la esperanza de que, al menos Glenn Close, pueda entrar en la carrera de premios como los Oscar. Veremos si lo consigue…