Hagámonos preguntas

¿BUSCAN LA INOCENCIA POP?

The Smith Westerns tienen 20 años y una facilidad evidente para cazar primorosas melodías de ganchosixtiesque pringan de electricidad. Justo lo que hacían Redd Kross en 1977, cuando eran unos niñatos. Tiene mérito estirar tanto el chicle y que aún así conserve el sabor. Y sorprende que tantas jóvenes bandas delindieyanqui actual vayan a beber del pop más primitivo saltándose a la torera medio siglo de evolución. Podría ser otra tendencia, claro. Prefiero pensar que buscan, quizá inconscientemente, la inocencia primigenia de la música popular. Es un grial en absoluto despreciable.

¿QUIÉN PUSO A ERIC CLAPTON?

Amplificado a través de las pantallas, entre la gorra de Scott Kannberg y la dejada autocomplacencia de Stephen Malkus, Pavement parecía una vieja banda de rock ácido setentero posando ante un espejo que deformaba su escuálida y escurridiza silueta de referente del undergroundde los años 90. Y entonces cantaronHere: «Yo iba vestido para triunfar, pero el éxito nunca llega. Y yo soy el único que ríe tus chistes cuando son malos. Y tus chistes siempre son malos, pero no tan malos como éste. Ven, únete a nosotros en esta plegaria. Estaremos esperando aquí. Todo acaba aquí». Terminó el concierto y por megafonía sonó un clasicazo de Eric Clapton. Ya es mala leche.

¿ES LA DANZA DE LA MUERTE?

Lo de Fuck Buttons empieza rebasar la más estricta legalidad. La otra madrugada abrieron conSurf solar,su ya célebre big bang sostenido de trance y ruido. Pero a partir de ahí el dúo detonó un arsenal de alaridos death metal, tambores megalíticos y estridencias agónicas. Parecía la matanza del cerdo en clavenoise,pero ahí arriba solo había botones. Atroz en el sentido más estricto y admirable del término. Eso sí, para bailar, más bien imposible.

¿TODO VALE, TODO MOLA?

Aquí cualquier grupo tiene cientos o miles de espectadores que al acabar cada canción aplauden. No es cuestión de llamar a la revuelta, pero, ¿de verdad todos los artistas satisfacen las expectativas? Ya ni recuerdo la última vez que vi a un sector de público recriminar la ínfima originalidad del enésimogrupo-del-añoo la insultante desidia de lavieja-gloria-de vuelta.Hasta el grupo más inseguro se siente en el paraíso al aterrizar en este festival donde la gente parece invariablemente encantada con todo lo que suena.