FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

La sofisticada danza del Dresden Frankfurt Dance Company inaugura el Grec

Programa triple de Dresden Frankfurt Dance Company que inaugura el Grec

Programa triple de Dresden Frankfurt Dance Company que inaugura el Grec / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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El heterogéneo público de la jornada inaugural acogió el sábado con interés y aplausos -una larga ovación- el variado y exigente programa triple del coreógrafo italiano Jacopo Godani interpretado por su compañía, la Dresden Frankfurt Dance Company.

Todo calculado y magníficamente ejecutado, pero en ocasiones frío. Así fue el programa inaugural con el que el Grec 2017 inauguró su 41ª edición a la que acudió una amplia representación del mundo cultural y la político de la capital catalana encabezada por Ada Colau, alcadesa de Barcelona que evitó sentarse en la poltrona de piedra reservada para ella para sentartse en una silla de plástico como la del resto de espectadores; Jaume Collboni, teniente de alcalde y máximo representante de Cultura de la ciudad y Enric Millo, delegado del Gobierno.    

Cesc Casadesús se estrenó como director del festival apostando por una compañía sólida y un coreógrafo de referencia, Jacopo Godani, director italiano de la compañía alemana desde hace dos años y autor de las tres piezas, muestra del nuevo impulso que ha imprimido a la antigua compañía de William Forsythe. 

MÁXIMA INTENSIDAD

'Metamorphers', una exigente pieza tanto para los bailarines como para el público menos familiarizado con la danza, abrió la función. Los punzantes e intrigantes primeros acordes del 'Cuarteto de cuerda núm. 4' de Béla Bartók, ejecutada en directo por el conjunto femenino Kubus Quartett, dieron paso a un ejercicio lleno de virtuosismo en parejas, cuarteros y de grupo. Hasta 13 bailarines participaron en esta coreografía de movimientos precisos, cambiantes y veloces. La coordinación entre los miembros de la compañía era brutal cuando bailaban como un bloque aunque se dedicaron más a explorar otro tipo de combinaciones.

Godani extrae al máximo de sus intérpretes, quienes brillaron en parejas en el cuarto movimiento de la obra de Bartók, marcado por un acusado 'pizzicato'. En un determinado momento cada pinzamiento de las cuerdas era seguido solo por las cabezas de los bailarines. En otro, los cuerpos de los bailarines pasaban de representar una línea recta a movimientos curvos, como si pasaran del canon clásico a la libertad de la danza contemporánea en un segundo y viceversa, en un abrir y cerrar de ojos. Lo mismo hacían después con los brazos y manos, primero estirados y estilizados como antaño para evolucionar hacia una deconstrucción de formas angulosas acto seguido. Todo muy rápido pero fluido. La coreografía sorprendió al público por la gran exhibición de intensidad, equilibrio, fuerza y precisión.

Tras los correctos aplausos del primer 'tour de force', el pianista Ruslan Bezbrozh, músico de la compañía, se preparó para ofrecer 'Ondine' y 'Le Gibet', dos pasajes de la obra de Ravel inspirada 'Gaspard de la Nuit', del poeta Aloysius Bertrand. Sus sugerentes notas, un punto melancólicas, dieron paso a una obra muy diferentea. Un tempo más calmado y el trabajo de dos magníficas parejas iluminó 'Echoes from a restless soul', una obra más tierna y sensible. El público se deleitó observando este trabajo de gran belleza y matriz neoclásica en la que Godani explora las nuevas posibilidades del 'pas a deux' en busca de nuevos caminos para reinventar la tradición.

DESAFÍO EN PUNTAS

La última pieza del programa, 'Moto perpetuo', dejó clara su capacidad para trabajar con grandes grupos. Dieciséis bailarines clavaron todos los pasos, saltos y detalles de esta exigente obra, matemática pura donde hasta los bailarines se ajustan al ritmo moderno e industrial creado por Ulrich Müller y Siegfried Rössrt, de 48nord, colaboradores habituales de Godani. La coreografía -la única con música grabada- llena de energía supone un reto para todo el elenco, especialmente para el increíble trabajo de las chicas, polivalentes tanto con y sin puntas, como demostraron con este programa.

La complejidad técnica de las coreografías contrastó con la enorme simplicidad de la escenografía, un linóleo negro rectangular enmarcado por luces a ras de suelo. Godani, creador total encargado de todos los aspectos del montaje, triunfó a lo grande en su primera noche en el Grec.