El final de un silencio

David Bowie fulminó ayer de un plumazo los rumores y especulaciones sobre su retiro con la publicación de una canción inédita,Where are we now?(exclusivamente vía iTunes), y de un videoclip, material que supone el adelanto de un nuevo disco,The next day, que verá la luz el 12 de marzo. Sorpresa mayúscula: la comunidad musical daba al londinense por retirado después de que, en junio del 2004, interrumpiera súbitamente suReality tour por problemas de salud.

El último disco de Bowie, que ayer cumplió 66 años, fue, precisamente,Reality, editado en septiembre del 2003. En esta última década, el autor deSpace oddity ha mantenido una vida discreta, circunscrita al ámbito doméstico y familiar, y se le ha visto sobre un escenario en contadísimas ocasiones, como invitado excepcional de actuaciones de David Gilmour (Pink Floyd), Arcade Fire y Alicia Keys. Un alejamiento de los focos que se atribuyó en primer término a la salud (el dolor de pecho que sintió tras actuar en Scheessel, Alemania, resultó ser un infarto), si bien amigos y músicos de su entorno han sugerido otros motivos relacionados con su desmotivación en elshow businessy su vida familiar.

Por lo visto y oído en el videoclip deWhere are we now?, el nuevo disco apunta maneras de producto genuinamentebowieano. Aunque eso no es decir mucho: ¿hablamos del Bowie glam-rockero, del buceador electrónico, de la estrella disco...? Bien, el nuevo material está producido por Tony Visconti, su cómplice más duradero (en clásicos comoThe man who sold the world, Young americans yHeroes), y ahora,Where are we now,con su ambientación inquietante, su potenciación de la voz profunda y su dramatismo abracadabrante apuntan hacia una recuperación de un Bowie a la vezcrooner y explorador.

REFLEJOS DE BERLÍN / La canción bien podría formar parte del elegante y enigmáticoHeathen, el disco del 2002 que supuso su brillante reencuentro con Visconti. Con un plus de melancolía: solo hay que ver el texto.Where are we now?(¿Dónde estamos ahora?), se pregunta Bowie mirando hacia atrás y aludiendo una y otra vez a los escenarios berlineses en los que transcurrió su vida a finales de los 70. En esa época había huido de los excesos de Los Ángeles (cuando compartía piso con Glenn Hughes, bajista de Deep Purple, y la cocaína iba y venía) y se instaló en la capital alemana junto a Iggy Pop. Berlín fue el escenario de una fértil etapa creativa de la que salió alimento para cinco álbumes de referencia: tres de Bowie (Low, HeroesyLodger, con Visconti y Brian Eno como cómplices) y dos de Iggy (The idiot y Lust for life).

EnWhere are we now?alude a la estación de Potsdamer Platz, al club

Dschungel (que un poco más tarde frecuentaría Nick Cave y Blixa Bargeld), a Nürnberger Strasse y a los grandes almacenes KaDeWe. El vídeo muestra imágenes retrospectivas de las calles berlinesas por las que Bowie se movió entonces, y el texto acaba lanzando preguntas de corte metafísico. La respuesta que formula el título de la canción , concluye, está en «el momento», elcarpe diemindestructible. «Mientras haya sol/ mientras haya lluvia/ mientras haya fuego/ mientras esté yo/ mientras estés tú».

EXTRAÑA MELANCOLÍA/ Los enclaves berlineses desfilan como «muertos vivientes»; fantasmas del pasado. Unos reflejos de nostalgia que pueden sorprender tratándose de un artista que siempre hizo bandera de lo contrario: avanzar e inventar sin concesiones alrevival. Incluso su imagen en el videoclip (dirigido por el artista multimedios neoyorquino Tony Oursler) tiene un aspecto desmitificador, con primeros planos en los que no oculta las arrugas cuando, en la etapa de su anterior disco,Reality, parecía querer aparentar 20 años menos. No estamos ante un Bowie interesado en cultivar y prolongar su glamur de estrella pop, sino en mostrarse como un creador expuesto sin artificios; sincero, si se nos permite el uso de un concepto tan manipulable.

Según fuentes discográficas, Bowie no planea salir de gira; ni siquiera dar entrevistas. Como subraya la nota promocional, «compone y actúa cuando quiere y donde quiere si tiene algo que decir». Sorprende, eso sí, el secretismo en el que se ha movido la confección deThe next day. Hace un año, Tony Visconti, de visita en Madrid, no dio en sus entrevistas el menor indicio de un proyecto que, con toda seguridad, debía estar ya planeado (sino en marcha). En la era de internet y de las filtraciones indeseables, la sorpresa que nos ha dado es digna de estudio. Diez puntos, Major Tom.

Vea el vídeo de 'Where are we now?' con el móvil o en e-periodico.es.