ESTRENO TEATRAL

Oscar Wilde canta en el TNC

Escena de la obra de teatro 'La importància de ser Frank'.

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Marta Cervera

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Después de triunfar con una moderna adaptación del 'Don Juan' de Molière, David Selvas regresa al TNC con una versión muy libre de 'La importància de ser Frank'. El director ha ha convertido en una especie de fábula actual la comedia de Oscar Wilde, a la que incorpora melodías originales interpretadas en directo por los propios actores. Un gran reparto protagoniza esta propuesta con una estética a lo Wes Anderson ('Los Tenenbaum', 'El Gran Hotel Budapest'...). Apresúrense si quieren verla: las entradas están casi agotadas antes de levantar el telón en la Sala Petita, donde recalará del 3 de mayo al 10 de junio.

Selvas concibe la obra de Wilde como "una fiesta de la vida" y "un canto a la inteligencia, a la belleza, al amor y a la libertad". En ella, el autor nacido en Dublín en 1854 dispara finos dardos contra la hipocresía de la clase acomodada de la época victoriana,  un club de donde, más allá del dinero y las posesiones, hay que cuidar las formas y las apariencias. Pese a triunfar con ella, 'La importància de ser Frank' ('The importance of being Earnest', en su versión original) fue la última obra teatral de Wilde. Tres meses después del triunfal estreno, en mayo de 1985, entró en la prisión de Reading para cumplir dos años de reclusión y trabajos forzados acusado de "conducta indecente y sodomía" por su relación con el futuro Lord Alfred Douglas, hijo del marqués de Queensberry.

Dandis de doble vida

Miki Esparbé ('El rei borni'), que acaba de triunfar en el Festival de Málaga con 'Les distàncies', encarna a John Worthing y David Verdaguer, a su amigo Algernon Moncrieff. Son dos dandis treintañeros de la alta sociedad con una doble vida, que se enamoran de dos chicas, Gwendolen Fairfax (Paula Malia, del grupo The Mamzelles) y Cecily Cardew (Paula Jornet). Están dispuestos a cambiar por ellas, pero cuando estar afirman que solo podrán casarse con un hombre llamado Frank (en el original, Ernest, que suena igual que 'earnest', que significa sincero, serio), las cosas se empezarán a enredar. Y todavía se complicarán más cuando Lady Bracknell (Laura Conejero), la madre de una de esas señoritas, se inmiscuya en el asunto. Norbert Martínez es el único actor que hace un doble papel, ya que interpreta al criado Lane y al reverendo Canon Chasuble, que está enamorado de Leticia Prism, la institutriz interpretada por Mia Esteve, que llevaba tiempo ausente del teatro.

"Intentamos ofrecer algo más que un juego de espadachines verbal", subraya el director

"El peligro de esta pieza es quedarse solo con la brillantez de las réplicas", dice Selvas. "Intentamos que los actores ofrezcan algo más que un juego de espadachines verbal, que se apoyen en algo más profundo: en el conflicto de los personajes". A diferencia de otras adaptaciones, la de Selvas se aleja de esa pátina inglesa tan típica para darle un toque más mediterráneo, con personajes "que se tocan, que se desean y tienen ganas de follar".

Ese mundo de cuento que se ha inventado le permite abordar la obra de otro modo, de una forma intemporal pero a la vez, más cercana al público de hoy. "Los personajes hablan como nosotros pero no tienen móviles", explica Cristina Genebat, responsable de la traducción, que, junto a Selvas, se ha encargado de esta versión más desenfadada y fresca. Aunque el autor puso mucho de sí mismo en Algernon Moncrieff y en Lady Bracknell, "todos los personajes de esta obra son Wilde", afirma Genebat.

Melodías pop, rock e indie

Selvas tenía claros a muchos de los intérpretes, pero no a todos. Hizo un cásting para escoger a Paula Malia, de 27 años, y Paula Jornet, de 21, dos actrices con experiencia musical que llevan la voz cantante en los números musicales. "De vez en cuando va bien salir a buscar a gente de nuevas generaciones y cambiar los equipos", comenta el director. Jornet se ha encargado de componer las piezas de aires pop, rock e indie que ayudan a avanzar o entende los sentimientos de los personajes. En lugar de escribir en un diario como hace el personaje en la obra original, en este montaje Cecily canta y toca la guitarra. El resto del reparto también la acompaña con algún instrumento, o lo intenta, al menos. "Yo doy la entrada a un tema tocando un piano y, como estaré muy nervioso y me sudarán las manos, no sé cómo saldrá", se sincera David Verdaguer. Al actor le van los roles de misógino caradura. Tras encarnar al Benedicte de 'Molt soroll per no res' y al Señor Ripafratta de 'L'hostalera', ahora le toca Algernon. "Este es otro bocazas. Uno de esos que dice que nunca se enamorará y acaba cayendo, que va de macho pero no lo es", resume. Ahora ya solo le falta hacer 'El Misántropo' en su particular catálogo.

Pese a haber sido escrito hace más de un siglo, tanto Esparbé como Conejero destacan la actualidad del texto de Wilde. "Hoy en día hay una fuente inacabable de dobles vidas y caretas falsas en las redes sociales. Por eso es tan moderno este texto que retrata a gente que también se ha creado una imagen que no se corresponde con la realidad. ¡Todavía hay mucho farsante!", señala el actor, que debuta en el TNC. "Lady Bracknell representa las ideas de Wilde sobre la alta sociedad en la época victoriana. Estoy disfrutando mucho con este personaje y el humor de esta pieza", asegura Conejero, que también considera que, en cuestión de hipocresía, no hemos avanzado tanto. "Las clases altas, y también ocurre bastante en las clases medias, padecen de lo mismo que critica Wilde. Les preocupa quedar bien, educar a los niños de forma muy rígida, ser poco flexibles y permeables. Quieren mantenerse, no mezclarse, y por eso no llevan a los niños a la escuela pública".

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