CRÓNICA

El Mercat de Vic hace inventario de sus 30 años

Un espectáculo colectivo que contó con artistas como Kepa Junkera, Quimi Portet, Lluís Gavaldà, David Carabén y Chicuelo abrió la edición de aniversario de la muestra, que acogió el estreno de 'Refugi', de Marc Parrot

Núria Graham, en el concierto inaugural del MMVV

Núria Graham, en el concierto inaugural del MMVV / .45008551

Jordi Bianciotto

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El Mercat de Música Viva no confió su espectáculo de apertura a un estreno, sino a una escenificación singular de lo que ha representado esta cita de la industria musical en sus 30 años de trayectoria. Un concierto, este miércoles en el Atlàntida, en el que una decena de cantantes y músicos que han pasado por sus diferentes ediciones recuperaron canciones significativas de su repertorio con el sustento instrumental del teclista, exmiembro de Antònia Font, Jaume Manresa.

Abrieron y cerraron dos figuras vinculadas a Vic, Núria Graham y Quimi Portet. Entre ambos, un recorrido por los géneros transitados por el Mercat, del folk de Kepa Junkera y de Miquel Gil al flamenco de Alba Carmona, Chicuelo y Kiki Morente (este lanzó un guiño al ‘Omega’ de su padre, que se estrenó en Vic, con un hondo ‘Aleluya’). Tenues tonalidades jazzísticas con Andrea Motis y las canciones pop reducidas a la esencia que defendieron David Carabén (‘Un tros de fang’, de Mishima) y Lluís Gavaldà (‘Agost’, de Els Pets). Y Marinah, evocando a Ojos de Brujo, y Mercedes Peón acompañando sus ‘Olores perdidos’ con percusiones y electrónica, salvaje y abstracta.

Pi de la Serra y 'Despacito'

Repertorio sin secretos, hay que decir, en el que jugó un papel la conductora, Natza Farré, siguiendo un guión escrito por Oriol de Balanzó y ella misma con el que aludió a los diferentes perfiles del Mercat tirando de un lenguaje irónico y con cierta parodia tecnócrata. Momento de algarabía cuando Quico Pi de la Serra apareció en la pantalla fundiendo su ‘Si els fills de puta volessin…’ con ‘Despacito’, en contraste con la sobriedad de la conexión con el 'exconseller’ Lluís Puig, que fue años atrás director del Mercat, desde Waterloo. Su sucesor en Cultura, Laura Borràs, asistió al espectáculo, así como la alcandesa de Vic, Anna Erra.

Entre los estrenos de la jornada destacó ‘Refugi’, de Marc Parrot, en un marco diseñado para la ocasión, la pequeña carpa, la yurta de tradición mongola, en la que se acomoda un centenar de personas. Parrot y sus dos músicos crearon ahí una atmósfera cálida, jugando con puntos de luz y recursos inesperados. Un espectáculo sencillo e imaginativo, de una sensibilidad mágica que casó con canciones en las que Parrot muestra sus sentimientos de un modo inhabitual, como ‘Misteriosament feliç’, ‘Química’ o ‘Acròbates’.

Punto álgido de ese arranque del Mercat, que enmarcó la entrega del premio Puig-Porret al mejor proyecto a ‘L’últim camí de Walter Benjamin’, de la berlinesa, residente en Barcelona, Juliane Heinemann. Propuesta que, en consecuencia, se estrenará el año que viene en Vic.