CRÍTICA DE CINE

'Los extraños: Cacería nocturna': las máscaras del terror

Un 'slasher' bien ejecutado con algunas escenas brillantes donde lo importante no son los personajes, sino el juego sádico que se propone

Beatriz Martínez

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En el 2005, Bryan Bertino compuso una pequeña obra de culto de la home invasion, minimalista y claustrofóbica en la que la violencia se convertía en un acto desapasionado y carente de significado. Ahora, Johannes Roberts recupera la idea original de Los extraños, la de esos asesinos sin rostro que se ocultaban tras unas caretas y que mataban porque sí, para ejecutar una pieza de terror en la que se recupera la esencia juguetona de algunos clásicos de los 80. Aquí lo importante no son los personajes, sino el juego sádico que se propone. Un slasher bien ejecutado con algunas escenas brillantes, como la que se desarrolla en una piscina a ritmo de Bonnie Tyler.