Juicio eterno en Mumbai

El director Chaitanya Tamhane ha conquistado a la crítica internacional con 'Tribunal', candidata a los Oscar por la India

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JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Tras hacerse con premios importantes en los festivales de cine de Mumbai y Venecia, 'Tribunal (Court)' fue seleccionada para representar a la India en los últimos Oscar (no llegó a ser nominada). Una sorpresa para su director, el debutante Chaitanya Tamhane, entre otros motivos "porque este filme no deja en un gran lugar a mi país", explica vía Skype, entre risas.

Comedia surrealista a la par que pesadilla kafkiana (Tamhane lo resume en "comedia trágica"), la película, recién estrenada en nuestras salas, cuenta la historia de un cantante folk y activista dalit (el también debutante Vira Sathidar) al que acusan de interpretar una canción que habría llevado al suicidio a un trabajador del alcantarillado. Todo es una excusa para sacar de las calles a este artista crítico con las políticas sociales y económicas.

El juicio que sigue, absurdo, eterno (dura semanas) y a menudo con referencias a leyes que datan del XIX, no tiene el glamur de los que solemos ver en las series americanas. "De hecho, la idea me llegó mientras veía una de esas series de abogados con personajes blancos y negros y grandes luchas por la justicia –cuenta Tamhane–. Me pregunté cómo sería visitar un verdadero tribunal de Mumbai. Logré ir a uno y aluciné con lo que vi: no se parecía en nada a lo que vemos en las películas o las series. Era desordenado, caótico, gris. El juez se aburría un poco. Y los abogados solo hacían su trabajo, no se apasionaban; no había grandes luchas por la justicia".

PERSPECTIVA HUMANA

La ópera prima de Tamhane puede verse como una crítica de las grietas y fisuras del sistema judicial de su país, pero esa es solo una parte de la historia: "Me interesaba más la perspectiva humana. Criticamos a las instituciones en general, pero estas instituciones están hechas de seres humanos. Quería estudiar quiénes son estas personas, de dónde vienen, y cómo sus prejuicios y manías personales afectan a la vida y la muerte de otras personas".

Buena parte del filme se dedica a explorar y contrastar la vida doméstica del abogado, gujarati de existencia acomodada (Vivek Gomber), y una fiscal (Geetanjali Kulkarni) más cercana en términos de clase al acusado. "Mostrar estas vidas fue mi principal motivación a la hora de hacer la película. Quería capturar la clase de vida que tenían fuera del juzgado. De algún modo, esas escenas revelan lo que les mueve en su trabajo. Pero la gente tiene opiniones muy distintas sobre los personajes. Eso también me gusta".

Tamhane evita a toda costa convertirse él en juez de sus personajes. Su visión se compone de planos generales estáticos –del tribunal o la vida callejera de Mumbai– en los que el espectador tiene tiempo y libertad para tomar su propia posición sobre lo que observa.

DISTANTE Y OBJETIVO

"Quería adoptar un punto de vista distante", dice el autor. "Ser una especie de observador invisible. El estilo visual no podía enfatizar nada en exceso, o de lo contrario se perdería la objetividad que buscaba. Me han inspirado algunos directores asiáticos; también iraníes como Kiarostami, o suecos como Ruben Östlund y Roy Andersson. Un montón de influencias diferentes".

Tras la excelente acogida de 'Tribunal', sobre todo entre la crítica, el director prepara ahora en Tailandia una segunda película "que no tendrá nada que ver, eso puedo decirlo. Se compone de episodios y es menos política. Es tan distinta que hasta podría llegar a ser un musical. No sé si lo será, pero podría serlo. Llevo un mes con ella y tengo ganas de ver cómo evoluciona".