la banda se estrena en el VOLL-DAMM FESTIVAL DE JAZZ DE Barcelona

Ànimes Càndides reivindica el etnojazz

La ex-Elèctrica Dharma actúa hoy en Luz de Gas

NÚRIA MARTORELL / Barcelona

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Recuperando el espíritu de la injustamente arrinconada música layetana y reivindicando la oportunidad de no responder siquiera al nombre que han llevado durante casi 40 años renace la Elèctrica Dharma. Después de un año de ausencia, ahora se hacen llamar Ànimes Càndides, "porque seguimos siendo unos hippies que van 'amb el lliri a la mà'", asegura el bajista Carles Vidal.

Esta noche en la sala Luz de Gas desvelarán a sus seguidores en qué consiste su nuevo proyecto, sin tocar por primera vez, ya lo avisan, ni una sola composición de la extinta Companyia Elèctrica Dharma. Eso sí, como adelanto han querido grabar en acústico en EL PERIÓDICO una de sus nuevas canciones, bautizada por cierto 'Dharmali'. "Está dedicada a las mujeres tuareg", explica Joan Fortuny. La pieza surgió después de que la formación participara en el Festival del desierto de Tombuctú (Malí).

Pero la idea, el germen de Ànimes Càndides, añade el carismático saxofonista, surgió hace en realidad cuatro años, también a raíz de otro festival. En esta ocasión fueron invitados por el Memphis in May International. Y les cedieron el mítico Sun Studios ("en el que grabó Elvis Presley"), donde crearon y grabaron tres piezas que recogieron en un epé. "Eran temas no tan arraigados al sonido Dharma, sino más improvisados", recuerda el bajista Carles Vidal.

La improvisación como base

La brújula que les guió hasta Malí y Memphis les orientó también hacia un nuevo universo sonoro. Fue en estos lugares donde, dicen, descubrieron otra faceta por experimentar. "Allá donde vamos intentamos siempre profundizar en sus raíces, realizar un intercambio, y si a esto le añades ese espíritu de improvisación que de alguna manera también ha estado siempre presente en nuestra propuesta, pues lo que surge es el etnojazz, pero con un sonido propio, mediterráneo", añade el bajista.

Cuando en octubre del 2011 anunciaron su adiós con un emotivo concierto de despedida en el Palau de la Música, lo que decidieron, aseguran, fue "hacer un parón temporal", puntualiza Lluís Fortuny (trompeta). "Porque el contacto con el escenario nunca lo hemos querido perder". Vidal añade: "No hay más misterios. Todo en la vida tiene un flujo, un movimiento. Puedes cansarte, saturarte y necesitar descansar. Y necesitar volver".

El trompetista Lluís Fortuny anuncia otra novedad: "Joan ya no botará en el escenario". Cuesta creer. Pero el saxo tenor asiente entre risas.