CLÁSICA

Pablo González y la OBC cierran el círculo de Mahler

La mesosoprano suiza Maria Riccarda Wesseling interpretará los 'Kindertotenlieder'

La mesosoprano suiza Maria Riccarda Wesseling.

La mesosoprano suiza Maria Riccarda Wesseling.

MANEL CEREIJO
BARCELONA

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Pablo González se enfrenta este fin de semana al tercer y último de los tres programas que el titular de la OBC ha dedicado al universo liederístico de Mahler, dentro del ciclo que ha diseñado para la orquesta barcelonesa en el Auditori. Si en las veladas anteriores se pudieron escuchar los Lieder eines fahrenden Gesellen, los Des Knaben Wunderhorn y los Rückert Lieder -joyas del catálogo mahleriano compuestas para voz y orquesta-, esta noche y durante el sábado y el domingo se completa el círculo con los Kindertotenlieder (canciones a los niños muertos), cuya interpretación correrá a cargo de la mesosoprano suiza Maria Riccarda Wesseling.

Este ciclo del compositor posromántico cuenta con cinco canciones, se ensalza como uno de los más bellos de su extenso corpus compositivo y toma sus textos de algunos de los poemas que Friedrich Rückert -uno de los portavoces del romanticismo tardío en Alemania- escribió para un libro que surgió de su desesperado estado de ánimo tras la pérdida repentina de dos de sus hijos. Mahler trasladó entre 1901 y 1904 la profunda tristeza de su contenido a una partitura que irradia su personalísimo lenguaje y emociona por su carácter trágico y por su magnificencia; paradójicamente, cuatro años más tarde de su composición, el genial compositor perdió a una hija.

EL LIRISMO DE BRUCKNER / En la segunda parte del programa, González ejecutará nada menos que la Sinfonía Nº 7 en mi mayor, de Bruckner, obra plena de misticismo cuyo lirismo y belleza la convierten en la preferida de entre los trabajos sinfónicos del compositor austríaco y sin duda una asidua en las programaciones de las grandes orquestas del circuito internacional.